La Conferencia General de la Unesco comienza hoy en Sofía en un ambiente de tensión
La 23ª Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y Ia Cultura (Unesco) se abre hoy en Sofía (Bulgaria), en un ambiente de tensión y de crisis. De los trabajos de la conferencia, que se prolongarán hasta noviembre, depende que el Reino Unido cumpla su amenaza de abandonar la organización en 1986. Estados Unidos, el primer país en retirarse de la Unesco, mantiene un estatuto de simple observador.
El Reino Unido aporta actualmente el 4,6% del presupuesto de la Unesco y, si se marcha el 1 de enero del próximo año, como ha anunciado, abriría el camino para que otros países críticos siguiesen sus pasos.La crisis de la Unesco se desencadenó como consecuencia de las denuncias norteamericanas de mala gestión y de olvido de los principios que llevaron a la creación del organismo, hace 40 años. La delegación norteamericana no pudo llegar a un acuerdo con el actual director general, el senegalés Amadou M'Bow, que fue elegido por consenso pero que, según Washington, no ha sido capaz de controlar la marcha financiera del organismo ni de evitar que la Unesco adquiera un cierto tinte antioccidental. M'Bow, apoyado por los países no alineados y por el bloque del Este, se negó a dimitir y aseguró que agotaría su mandato, que finaliza en 1987.
La, retirada de Estados Unidos avivó los problemas, especialmente los firíancieros, puesto que Washington aportaba el 25% del presupuesto del organismo. El Comité Ejecutivo, reunido este verano, intentó poner a punto un nuevo presupuesto para el bienio 1986-1987, que será sometido a la Conferencia General y que contiene fuertes recortes tanto en el capítulo de personal como en el de los diferentes programas de acción.
Los debates del Comité Ejecutivo terminaron con un acuerdo de principio, pero todos los observadores estiman que el frágil consenso alcanzado entre diplomáticos puede saltar por los aires en la reunión que hoy se inicia en Sofía, mucho más política.
Problemas presupuestarios
Entre los temas de discusión figura el del futuro de los funcionarios norteamericanos que trabajan en la Unesco. El nuevo presupuesto suprime unos 300 puestos de trabajo y los países no alineados afirman que los primeros en ser despedidos deberían ser los nacionales de los países que abandonen la organización.Más importante, desde un punto de vista político, es la propuesta de crear un comité de vigilancia, encargado de comprobar la puesta en marcha de las reformas que se acuerden. M'Bow no atacó la propuesta durante las sesiones del Comité Ejecutivo, pero es posible que se oponga fuertemente en el foro de la Conferencia General, en la que se sentirá más apoyado. El comité de vigilancia estará situado, al parecer, en cierta forma, por encima del director general, aunque sus competencias no hayan sido todavía claramente definidas.
Los enfrentarnientos entre los países occidentales y los no alineados y del Este se reproducirán en Soria, probablemente, a la hora de establecer prioridades en los programas de acción y de deícidir dónde se invierte el escaso dinero que queda después de pagar al funcionariado. Uno de los capítulos más, polémicos es el titulado Enseñanza de la paz, comprensión internacional, derechos del hombre y derecho de los pueblos.
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