_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Excusa final a Sorozábal

¡Qué grato sería poder seguir respondiendo excusa tras excusa a las cartas de Sorozábal, hijo, tal como Groucho replicaba incansablemente al "muchas gracias" de la espía rubia con su caballeresco "¡a usted!". Pero mi gozo llega a su fin, pues recuerdo que "el tedio tiene un límite", aunque los lectores de Sorozábal en Egin puedan llegar a dudarlo seriamente. Mi última excusa será, pues, por dejarme llevar por las secreciones glandulares en lugar de por las ideas y el raciocinio. Cuando releo al maestro Sorozábal, hijo -"híbrido de Roberto Alcázar y muñeca Gisela", "encarnación soñada por las jefas de albergue de la sección femenina", etcétera-, envidio ese tono racional y sereno, tan lejos de lo glandularmente bilioso. ¡Ay, el tono Sorozábal, quién lo pillara, para poder hablar como él hace de "amos del capital" y de "sagrados derechos inalienables"! Pero ese tono inalcanzable nace de un peculiar tino, especie de fino olfato que le llevaba hace años en el comité de lectura de una conocida editorial a oponerse furibundamente a la traducción de Thomas Bernhard por nihilista deletéreo y que hoy le ha convertido merecidamente en portavoz ideológico de los vascos de verdad. Lo que no entiendo es por qué se niega la evidencia misma: que sus arriscadas encíclicas parten hacia Euskadi mataselladas en la plaza de España. ¿Trata Sorozábal de ocultaralgo a alguien? Además de su inconfundible tono y su contrastado tino, ¿resultará que Sorozábal es un tuno?-

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_