Un niño de dos años, abandonado en un bar

Rafael Molina, un niño de dos años, fue abandonado por sus padres el pasado domingo alrededor de las once de la noche en el bar Los Tres Fritos, situado en el distrito de Centro, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía. La pareja, que intentaba vender un reloj, dejó al pequeño con un matrimonio que se encontraba en el local, alegando que iba a buscar cambio, pero no regresó. Al parecer, los padres de Rafael son adictos a la heroína y han abandonado al pequeño en otras ocasiones, según manifestó María García García, su abuela materna, que vive con otro hijo del matrimonio, de cuatro años.

Los padres de Rafael intentaron vender un reloj a un matrimonio que tomaba una copa en el bar citado. En un momento de la conversación, el padre salió del establecimiento en busca de cambio. Como tardaba en regresar, la madre salió en su búsqueda, dejando allí al pequeño. El matrimonio, que no sospechaba nada raro precisamente porque habían dejado al crío, comenzó a extrañarse al ver que pasaba el tiempo y no venían a recogerlo.Tres horas después, el matrimonio estaba desconcertado. Llevó al pequeño a la casa de socorro más próxima, en la calle de Las Navas de Tolosa. En la misma, según informó ayer uno de los facultativos, el niño fue sometido a una revisión y se comprobó que estaba en perfecto estado de salud. Alrededor de las cinco de la madrugada, desde la casa de socorro avisaron a la comisaría de policía de la calle de la Luna y los inspectores se hicieron cargo del pequeño.

Rafael fue ingresado en la Ciudad Escolar Provincial, situada en la carretera de Burgos, que depende de la Consejería de Educación de la Comunidad Autónoma y, con el colegio de San Fernando, dispone de un centro de BUP, otro de EGB y una guardería, en los que se encuentran internado un millar de niños, en su mayoría con problemas familiares.

Hallar otros padres

María García García, de 51 años, abuela del niño, aseguró ayer que no podía hacerse cargo del nieto por falta de medios económicos. "Es mejor para él que lo recojan en alguna institución y traten de buscarle otros padres que le den una vida mejor", dijo la abuela. María, que no podía reprimir las lágrimas al hablar del destino del pequeño y de la situación a la que ha llegado su hija, vive con otro nieto, de cuatro años, hijo también de la madre del abandonado.El abuelo de Rafael, cartero de profesión, manifestó ayer, mientras veía la despedida del torero Antoñete por televisión, que su hija, desde que se marchó a los 17 años de casa -ahora tiene 25-, "no existe". "Tenemos aquí al otro niño y le he dado mis apellidos, pero no pienso seguir toda la vida cargando con sus equivocaciones", dijo. Al parecer, los padres de Rafael, que son adictos a la heroína, han abandonado al pequeño en otras ocasiones, siempre por la zona de Malasaña, que es el barrio en el que viven los abuelos. El padre tiene antecedentes por robo y ha estado detenido en tres ocasiones.

La rectora de la Ciudad Escolar no pudo precisar ayer si el pequeño estaba ingresado en el centro. "No puedo asegurar que se halle aquí", explicó. "Es uno de tantos ingresos de los que se producen a diario. Además, toda la información de que disponemos es confidencial y reservada", matizó.