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El general JaruzeIski afirma que Solidaridad ya no existe como fuerza real en Polonia

El general Wojciech Jaruzelski, número uno polaco, ha manifestado en Nueva York -donde asistió a la Asamblea de la ONU- que el sindicato Solidaridad, ilegalizado y perseguido por su Gobierno desde la implantación de la ley marcial, hace casi cuatro años, ya no existe "como una fuerza real y organizada". Jaruzelski asegura que su Gabinete cuenta con un creciente apoyo de la población, que ha aprendido de los errores que acabaron con anteriores Gobiernos; y que no ha eliminado totalmente la idea de Solidaridad "como noción, como una cierta idea que nació a resultas de las protestas de los trabajadores".En una entrevista concedida el sábado a The New York Times, el general polaco menciona las exigencias planteadas por Solidaridad que cumple su Gobierno -autocontrol en las fábricas, mayores permisos de marternidad para las parturientas, transimisión radiofónica de la misa los domingos-, pero calla sobre las demandas no satisfechas: desaparición de la censura, derecho de huelga y a la formación de sindicatos independientes y pluralismo político, entre otras.

A juicio de Jaruzelski, Lech Walesa perdió su oportunidad de intervenir en el futuro del país cuando puso trabas a un complicado acuerdo entre Gobierno, Iglesia y los demás sindicatos poco después de la proclamación de la ley marcial, en diciembre de 1981. Por aquel entonces, la dirección de Solidaridad se opuso a esas negociaciones por considerar que no se le concedía la representativídad que le correspondía por sus 10 millones de seguidores.

El primer ministro polaco opina que Solidaridad abandonó sus principios sindicales para retar al Gobierno en los 16 meses de su existencia legal, y mantiene que no tolerará la reaparición de Solidaridad como una fuerza política.

El dirigente polaco estima que la imposición de un régimen militar era necesaria para hacer frente "a la progresiva ruina económica del país, a la descomposición del funcionamiento del Estado y a la amenaza de la guerra civil". Interrogado si también se consideró la amenaza de una intervención soviética, dice: "Se puede especular sobre lo que habría ocurrido de haber estallado una guerra civil. Si yo estuviera en la piel de los soviéticós, habría seguido los acontecimientos con gran preocupación".

En otras declaraciones concedidas a The Washington Post y recogidas por Reuter, Jaruzelski manifiesta que una participación del 75% al 85% en las elecciones generales prevista para el 13 de octubre "tendría gran importancia en la decisión de anunciar una nueva amnistía".

Solidaridad, desde la clandestinidad, se opone a tales comicios, y Walesa califica de chantaje las manifestaciones de Jaruzelski.

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