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Entrevista:

"El pacto constitucional se rompe si se utiliza el pasado como argumento político"

Anabel Díez

El presidente del Congreso, Gregorio Peces-Barba, ha asumido el papel de mediador entre Gobierno y oposición, preocupado, dice, por la obstrucción del diálogo entre Felipe González y Manuel Fraga. Peces-Barba mediará nuevamente, el próximo día 3, cuando el presidente del Ejecutivo y el jefe de la oposición conservadora se reúnan en su despacho como continuación de la entrevista celebrada en el mismo marco el pasado julio. González tendrá que responder a Fraga sobre su petición de que no se le recuerde su pasado. "Se rompe el pacto constitucional cuando se utiliza el pasado de las personas como argumento para dudar de que puedan ser leales a la Constitución", considera Peces-Barba, quien se cree con derecho a actuar como mediador "en un sistema que imposibilita al jefe del Estado, por ser el Rey, desempeñar este papel".

Pregunta. ¿Su papel de mediador entre el presidente del Gobierno y el jefe de la oposición conservadora se incluye dentro de los papeles de un presidente del Congreso o responde a su talante personal?Respuesta. Es una tarea que debe desempeñar, el presidente del Congreso, si observamos la estructura de una monarquía parlamentaria como la española, donde el jefe del Estado no puede, al menos externamente, desempeñar esa tarea y, por ello, quien lo puede hacer es el presidente del Congreso. Esto sustituye a la función mediadora que realizan otras figuras institucionales en las repúblicas a través de sus presidentes y que el Rey no puede realizar.

P. Tuvo mucho interés en propiciar el encuentro del mes de julio entre Felipe González y Manuel Fraga, cuyas relaciones se vieron muy enturbiadas a raíz del informe de TVE sobre el pasado del presidente de Alianza Popular al frente del Ministerio de la Gobernación. ¿De dónde venía su preocupación?

R. Tenía una cierta preocupación, porque me parece que no es bueno que se obstruyan los cauces de comunicación entre mayoría y oposición. Había escuchado algunas cosas, no manifestadas muy directamente, de algunos miembros de la oposición, que me preocuparon, como la afirmación de que podían no comparecer a las elecciones.

P. ¿Qué efecto le produce escuchar que, ante una discrepancia política, la oposición amenace con no concurrir a las elecciones y abandonar las instituciones?

R. Es lícito en actos concretos abandonar una institución concreta momentáneamente como forma de presión para intentar que la mayoría reconsidere su posición. En todo caso, sería de forma momentánea, por un tiempo muy reducido, para circunstancias muy concretas y explicándolo muy bien a los ciudadanos. El abandono de las instituciones o de un acto tan importante como es el de la participación ciudadana en las elecciones me parece que es una acción que no se debe nunca tomar, y supone salirse de las reglas del juego. Pero no me consta que ninguna persona responsable de la oposición conservadora haya utilizado esa expresión.

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P. Manuel Fraga lo expresó con toda claridad a raíz del citado informe de TVE sobre su pasado.

R. Pues, si se ha dicho, yo no lo puedo compartir.

P. La oposición mantiene que determinadas actuaciones del Gobierno rompen el pacto constitucional. ¿Qué entiende usted por pacto constitucional?

R. Es la aceptación de que todas las fuerzas políticas que concurrieron a formar la Constitución quieren lealmente jugar a su defensa; por ello forma parte del pacto el respeto a esas fuerzas políticas y el rechazo de acusaciones de que otra fuerza se sale del marco de la Carta Magna o que tiene unos orígenes que le imposibilitan actuar con lealtad a ella. No me preocupa ni me parece mal que se hable del pasado de las personas, porque eso forma parte de la historia; lo que sí creo que rompe el pacto constitucional es cuando ese pasado de las personas sirve de argumento para dudar de que puedan ser leales con la Constitución.

P. Las minorías le reconocen habitualmente su acción protectora, lo que no es siempre comprendido por el grupo mayoritario y le ha granjeado algún conflicto con él. ¿Cómo son sus relaciones con el Grupo Socialista?

R. Mis relaciones con el Grupo Socialista están bien; lo que ocurre es que el presidente del Congreso no puede satisfacer el deseo de todos, y a veces hay que optar, aunque por supuesto me puedo equivocar. El criterio que me inspira fundamentalmente es proteger a las minorías, porque la mayoría ya tiene la protección suficiente por serlo. Quiero evitar cualquier acción mía que se interprete como disminución del control del Gobierno, porque el Parlamento actual es tanto más de control que de producción de leyes. En ese contexto general puede haber alguna acción en la que no coincida conmigo la mayoría. .

P. Usted.se autosuspendió de militancia en el momento en que ocupó la presidencia del Congreso. ¿También está exento del pago de cuotas?

R.Por supuesto que pago mi cuota de militante de UGT y de militante de la Federación Madrileña en la Agrupación Socialista Universitaria.

P. Usted conoce su fama de reglamentista y exceso de rigidez en la ordenación de los trabajos de la Cámara. Gráficamente: de su imagen con el mazo llamando al orden.

R. Creo que es un cliché que no responde a la realidad. Soy riguroso en el mantenimiento del orden y en prohibir una serie de situaciones que en este Parlamento no se pueden dar. Por eso, cuando ha habido algún inicio, yo las he cortado, como ha sido cualquier referencia a la guerra civil o a la acusación de rojos y fascistas.

P. A la vista del programa electoral del PSOE, ¿qué juicio le merece el grado de cumplimiento del Gobierno en materia legislativa?

R. No puedo separarme de mi condición de presidente del Congreso. Por eso yo no opino de estos temas.

P. Su actitud le va a venir bien para no tener que hacer campaña con su partido y con el Gobierno a favor de la OTAN.

R. Si hubiera unanimidad entre los parlamentarios para hacer campaña a favor o en contra de la OTAN, yo participaría. Pero no lo haré, ya que esa unanimidad no existe.

P. ¿Qué le sugiere el conflicto de competencias que se registra entre el Congreso y el Consejo General del Poder Judicial por la elección de los 20 consejeros de ese órgano por vía parlamentaria?

R. Para mí es un honor que las Cámaras tengan que elegir a todos los miembros del Consejo, aunque puedo decir que ese conflicto no ha enturbiado mis relaciones con el presidente del Consejo, Federico Carlos Sainz de Robles, a quien estimo muy profundamente. Tengo absoluta tranquilidad de que con esta elección no se transgrede la Constitución en absoluto.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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