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GENTE

Julia López y Trinidad Barberá,

vecinas de las localidades castellonenses de Villarreal y Villavieja, respectivamente, aseguran haber sido objeto de una curación milagrosa propiciada en sus personas por la Virgen de Lourdes. Ambas viajaron en una reciente expedición del obispado de Castellón hasta el santuario francés el pasado mes de julio. Julia López, que quedó completamente ciega en 1982 a causa de un golpe, asegura que recobró la luz el pasado 5 de julio, cuando en el interior del templo se le apareció la virgen, quien le habló diciendo: "Te voy a dar un poco de luz". "Desde entonces", asegura, "puedo distinguir los colores y los contornos de los objetos". Por su parte, Trinidad Barberá sufría desde hace más de 15 años una artrosis progresiva agravada por una trombosis. El mismo día que su compañera, al entrar en la piscina del santuario, "sentí una fuerte sensación en la espina dorsal. Me pareció, en ese momento, que la imagen de la Virgen que hay junto a la piscina me esbozaba una sonrisa. Salí de allí por mi propio pie y ya no tuve necesidad de utilizar las muletas".

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