Las eléctricas compradoras aceptan el valor contable para los intercambios de activos
Los presidentes de las compañías eléctricas más importantes han llegado a un entendimiento por el que se acepta en gran parte el principio contable del valor en libros de los activos que serán intercambiados dentro del proceso de reordenación del sector. Este paso, dado después de la intervención de los accionistas institucionales y bancarios en la polémica, ha permitido desbloquear las negociaciones iniciadas hace nueve meses sobre la valoración de los activos que serán intercambiados, y ha abierto el camino para que, antes de 10 días, el sector presente su proyecto de acuerdo al Ministerio de Industria y Energía.
El acuerdo sobre los principios contables ha sido alcanzado en el curso de las reuniones que los presidentes de las empresas han mantenido en el curso de esta semana, tanto a nivel bilateral como en la que se celebró, el pasado jueves, en la sede de Unidad Eléctrica (Unesa) con asistencia de los responsables de las empresas vendedoras (Unión-Fenosa) y de las compradoras (ENDESA e lberduero).En esta reunión se presentó una nueva versión del denominado informe Rivero (Pedro Rivero es el director general de Unesa), que acerca las valoraciones realizadas de los activos al valor que figuraba en los libros de las empresas.
El principio de acuerdo alcanzado provocó ayer una espectacular corriente de compras de valores eléctricos en la Bolsa de Madrid. En concreto, las acciones de Hidroeléctrica Española, Sevillana de Electricidad e Iberduero experimentaron una subida del 5%, oscilación máxima permitida en una sesión bursátil. La posibilidad de una solución inminente sobre el intercambio de activos parece haber descartado los rumores de recortes en los dividendos.
En la reunión del jueves, los presidentes acordaron también reunirse la próxima semana para traducir su principio de acuerdo contable en una propuesta concreta, que será presentada después al ministro de Industria, Joan Majó. Ayer ya se decidió solicitar esta entrevista al ministerio.
La aceptación por Iberduero del principio contable del valor en libro, en lugar del coste de construcción (defendido por la empresa bilbaína) o del valor medio (sugerido en un momento por ENDESA) ha sido, sin duda, lo que ha permitido desbloquear las negociaciones.
Para ello, ha sido necesario, según fuentes solventes, llegar a un compromiso solidario en el sentido de proponer al Ministerio de Industria la aceptación de un mayor plazo de amortización de los activos sujetos al intercambio, de forma que los mismos no pesen en demasía en la cuenta de resultados de las empresas adquirientes.
Con este acuerdo, tanto Iberduero como ENDESA, que adquieren activos o deuda del orden de los 600.000 millones de pesetas, podrán absorber en el tiempo, sin grandes traumas, el coste de los activos a intercambiar.
A cambio, las empresas vendedoras quedarán liberadas de una parte sustancial de su excesivo endeudamiento, fruto de un exceso inversor dentro del programa nuclear. Asimismo, las empresas vendedoras conservarán el mercado suficiente para que exista un equilibrio, o una relación adecuada, entre su potencia instalada y su mercado.
Intervención bancaria
En este sentido, y tras la intervención de los accionistas, Iberduero ha renunciado a ampliar su mercado en la zona centro, con la compra a Unión-Fenosa de clientes en las provincias de Segovia y Ávila, de forma que pudiera ampliar su vínculo entre los centros de producción en el Norte con la isla de mercado que tiene en el sur de Madrid.Según fuentes solventes, Iberduero ha aceptado el principio de que nada puede resolverle ampliar más aún sus mercados, pese al incremento de potencia que significarán los intercambios, cuando su principal problema siempre ha sido su déficit energético.
Otro tema sobre el que parece existir un compromiso se refiere a la búsqueda de fórmulas para que ninguna empresa importan te tenga que introducir reducc¡ones adicionales en el dividendo con cargo al presente ejercicio. Tal posibilidad podría abrirse si el acuerdo alcanzado dejara a determinadas empresas, especialmente las vendedoras, en una situación difícil una vez materializados los intercambios.
En estos momentos, las compañías Iberduero y Unión-Fenosa buscan fórmulas para concretar una posible fórmula de pago, que se realizará mediante efectivo (endeudamiento propio de Iberduero) y asunción de deuda.
Los principales intercambios previstos en el acuerdo alcanzado con el Ministerio de Industria y Energía incluyen la venta a Iberduero de la participación de Unión-Fenosa en la central nuclear de Almaraz; un 44% de la central nuclear de Trillo, y la venta a ENDESA, por parte de Unión, de la central térmica de Anllares.
Por su parte, el grupo ENDESA-ENHER adquirirá a FECSA su participación en Vandellós II (un 18%) y un 40% de Ascó I, y venderá a Sevillana un 50% de la térmica Carboneras, de carbón importado.
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