Las divisiones internas en el sindicato socialista se agudizan de cara al congreso confederal

Las diferencias internas de UGT no están cerradas y serán el núcleo de los debates del próximo congreso de la central socialista, que se celebrará en el segundo trimestre del próximo año, según reconoció ayer Manuel Garnacho, secretario general de la federación de construcción (FEMCA) de este sindicato. Es la primera vez que de una forma explícita un dirigente de la central socialista habla de las tensiones y la correlación de fuerzas dentro de la organización. Garnacho afirmó que su federación está a favor de Nicolás Redondo y defenderá que el sindicato no sea correa de transmisión del partido.

Manuel Garnacho reconoció ayer en un encuentro con periodistas que las tensiones entre los que querían un sindicato supeditado a los intereses del partido en el poder y los que defendían la independencia sindical no habían desaparecido, y que tendrían su máxima expresión en el próximo congreso confederal. "El congreso de UGT", dijo el secretario general de construcción, "va a ser importante no sólo para el sindicato, sino para el conjunto de la familia socialista, y servirá para que reflexionemos sobre el papel de UGT cuando el partido, hermano está en el poder".Garnacho explicó la mecánica precongresual y afirmó que la federación que él representa iba a exigir que el resto de las organizaciones cumpliera escrupulosamente los estatutos, "de manera que las decisiones que puedan adoptarse no respondan a lo que sientan los dirigentes, sino al sentir de las bases". Los estatutos exigen que las distintas organizaciones celebren dos congresos extraordinarios antes de llegar al confederal. El primero para decidir sus propuestas de ponencia, y el segundo para decidir su postura en el congreso confederal y quienes serán sus representantes.

Dos modelos enfrentados

El dirigente de la FEMCA explicó que en la familia socialista se plantean dos modelos sindicales: el socialista o marxista, como el lo definió, que quiere la independencia frente al partido, y el modelo comunista o marxista leninista que, según sus palabras, se basa en convertir a la central en correa de transmisión del partido afín. "Curiosamente", añadió, "cuando se ha planteado este debate, la línea más derechista ha defendido las tesis de la correa de transmisión".Manuel Garnacho, que reconoció que había sectores del sindicato claramente enfrentados a las tesis del actual secretario general de UGT, mostró su convencimiento de que en el congreso saldría triunfante la tendencia favorable a Redondo.

Garnacho no ahorró críticas al Gobierno, y al referirse a los Presupuestos Generales del Estado afirmó que la reducción de inversión pública recogida en los mismos "es un acto criminal contra el sector de la construcción". Sobre el actual titular de Obras Públicas, Javier Sáenz Cosculluela, se preguntó qué se podía esperar de alguien que había confesado que en materia presupuestaria no se iba a enfrentar "jamás ni al presidente del Gobierno ni al ministro de Economía".

Para este fin de semana la FEMCA tiene previstas unas jornadas de organización en las que intervendrá, Nicolás Redondo. Estas jornadas fueron justificadas por Garnacho como una actividad dentro del proceso congresual de la organización.

Por otra parte, Garnacho señaló las malas condiciones de trabajo en el sector, como lo demuestran las inspecciones realizadas hasta el momento. En Cáceres sobre 80 centros investigados se han levantado 77 actas de infracción por irregularidades con autónomos y Seguridad Social, y en Badajoz sobre 211 inspecciones hubo 122 actas.