Reunión de urgencia de representantes de Asuntos Exteriores, Defensa y Presidencia

La desaparición de siete pescadores españoles tras el ametrallamiento e incendio de su barco -Junquito- y el fallecimiento de un cabo segundo artillero como consecuencia de los disparos realizados contra la patrullera de la Armada española Tagomago provocó ayer una reunión de urgencia del subsecretario de Asuntos Exteriores, Fernando Perpifiñá-Robert, el jefe de Estado Mayor de la Armada, almirante Guillermo de Salas Cardenal, y del secretario general de la Oficina del Portavoz del Gobierno, Santiago Varela. La reunión, que comenzó a las cuatro de la tarde en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores y se prolongó durante tres horas, dio lugar a un comunicado del Ministerio de Defensa y a otro de la Oficina de Información Diplomática en el que se calificó de "actos de extrema gravedad" los atentados contra el pesquero y el buque de la Armada.Felipe González, que acudió a su despacho oficial en la Moncloa, permaneció informado a lo largo del día por el portavoz del Gobierno, Javier. Solana, quien le había dado la noticia del ametrallamiento del pesquero Junquito, según fuentes del gabinete de éste.

El ministro de Defensa, Narcís Serra, informó telefónicamente al presidente del Gobierno del atentado contra la patrullera de la Armada Tagomago, según las mismas fuentes.

A lo largo del día, Felipe González mantuvo varias conversaciones con Javier Solana para recibir información y dar instrucciones.

El embajador de España en Rabat recibió directrices para recabar urgentemente la más amplia información. Medios gubernamentales manifestaron que el proceso de investigación no permitía todavía llamar a consultas a representantes diplomáticos extranjeros. Las mismas fuentes agregaron que el Gobierno no había adoptado ayer ninguna medida ejecutiva, aparte de las directrices para esclarecer los atentados.