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Manuel de la Rocha critica la política económica y autonómica del Gobierno central

"He dimitido por profundos desacuerdos con el giro de la política autonómica, económica y financiera del Gobierno central, sin olvidar otro factor: la disconformidad con los comportamientos en los que están cayendo altos cargos del partido", afirmó ayer el ex consejero de Educación de la Comunidad de Madrid y miembro de Izquierda Socialista Manuel de la Rocha. Para el ex consejero, un sector del Gobierno central dejó caer al Gobierno regional en el tema del recargo del 3%. Ayer tomó posesión el nuevo consejero, Jaime Lissavetzky.

Manuel de la Rocha, único representante de Izquierda Socialista en el Gobierno regional, había anunciado varios meses, atrás a Joaquín Leguina su intención de dimitir, decisión motivada "por un desacuerdo progresivo con la política general del Gobierno central". El ex consejero acusa al Gobierno de poner en marcha una política económica basada en el liberalismo -"ya ni siquiera es socialdemócrata", afirma-, que sólo protege a la banca y a los grandes empresarios y va dirigida al desmantelamiento del sector público. "No me gustó la frase de Felipe González de que lo progresivo es desnacionalizar. No defiendo que lo justo sea lo contrario, pero considero necesaria la existencia de un potente sector público", añade De la Rocha.El ex consejero afirma, en otro orden de cosas, que no puede hacer suya la posición gubernamental favorable a la permanencia en la OTAN, y denuncia la idea "vergonzante" lanzada por el Gobierno de que la Alianza Atlántica es la ineludible contrapartida al ingreso en la CEE.

Pero donde Manuel de la Rocha hace más hincapié es en su desacuerdo con la política autonómica del Gobierno, a la que califica de frenazo a las autonomías: "Desde la sentencia de la LOAPA el Gobierno dio un frenazo muy fuerte al proceso autonómico. La LOAPA era un intento de racionalizar el. proceso, de forma que las autonomías no históricas alcanzaran techos de competencias similares a las históricas. Desde la sentencia contraria se optó por la aplicación estricta de los estatutos y el cumplimiento de los plazos. Por otra parte, el PSOE había defendido la idea de que las comunidades que tuvieran capacidad para asumir las competencias lo hicieran, y por eso presenté un proyecto de ley, que luego la Asamblea de Madrid remitió al Congreso, para que Madrid recibiera las transferencias de Educación antes de lo que establecía el Estatuto. El asunto quedó archivado y nadie dio explicaciones. Me sentí, obviamente, desautorizado por el Gobierno central".

Para el consejero dimitido, otro de los grandes desacuerdos con el Gobierno socialista se centra en la financiación de las comunidades autónomas, con el añadido, en el caso de Madrid, del recargo del 3%, cuya retirada dejó quebrantado al Gobierno regional: "Tuvimos que retirar el recargo del 3% porque un sector del Gobierno central" -en otro momento De la Rocha se refirió a "las alturas de la Moncloa"-, "dio un paso atrás en el modelo de financiación autonómica preconizado por el PSOE, que preveía la imposición de recargos en los impuestos estatales".

De la Rocha entiende que se trate de reducir el déficit, "pero no a costa de traspasárselo a las comunidades y los ayuntamientos".

"Leguina hace lo que puede"

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El consejero dimitido no cree que exista contradicción entre sus críticas al Gobierno central y el apoyo a Joaquín Leguina, a quien la oposición acusa de adoptar una postura de servidumbre hacia el Gobierno de Felipe González: "Creo que Leguina no es complaciente con el Gobierno central" -"y así nos va", añade a media voz-. "Leguina ha planteado al Gobierno la necesidad de seguir el modelo autonómico del PSOE y lo ha intentado también en el terreno financiero. Leguina, creo yo, hace lo que puede".No todos los giros en la política del Gobierno obedecen a razones políticas, según De la Rocha. "Existe también un componente de comodidad. Algunos altos cargos, al sentarse en sus despachos, han visto que es más fácil dirigir de forma centralizada que si hay que dirimir las cuestiones con 17 comunidades autónomas. Es la experiencia de la práctica diaria, que parece impulsar a los funcionarios a salvarguardar su poder".

El ex consejero de Educación, que mantendrá su puesto como diputado regional y volverá a su bufete de abogado, se muestra crítico también respecto a los comportamientos de algunos dirigentes del partido, "que no son compartidos por la mayoría de los socialistas, respetuosos de una cierta actitud ética". De la Rocha aludió al protagonismo de socialistas en asuntos de "misses, fiestas y Marbellas".

La Comunidad de Madrid, según De la Rocha, ha dado pasos importantes en su consolidación, "pero en este momento están en el alero cuestiones importantes para la autonomía financiera, como la compensación por la desaparición del impuesto del tráfico de empresas y la implantación del impuesto del valor añadido, la firma de los contratos-programa para financiar el Canal de Isabel II y el Metro o las inversiones previstas en el AES".

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