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Washington realizará hoy su primera prueba antisatélite

Francisco G. Basterra

Todo está preparado para que Estados Unidos realice hoy la primera prueba de un arma antisatélite (ASAT) contra un objetivo en el espacio, que ayer intentaron parar en una maniobra judicial de última hora cuatro congresistas. Para la Administración de Reagan la prueba constituye un incentivo para que la URSS, que ya ha probado un arma similar, aunque más rudimentaria, negocie en Ginebra, mientras que para los críticos se trata del primer paso de la militarización del espacio. La información sobre este experimento es secreta y no se producirá un anuncio oficial hasta que se realice, pero fuentes del Pentágono y del Congreso aseguraron que se haría hoy.

Si todo se produce como está previsto- -hace una semana la prueba se suspendió en el último momento-, un avión F-15 despegará en la tarde de hoy de una base de California, y tras situarse a gran altura disparará un cohete de 5,5 metros de longitud. El misil lleva en su punta un proyectil del tamaño de un bote de nescafé, en el que se alojan 64 diminutos cohetes y un mecanismo electrónico de puntería, que le llevará, siguiendo el calor que emite el objetivo, a chocar y destruir un viejo satélite que lleva siete años dando vueltas por el espacio. Los soviéticos poseen desde comienzo de la década de los setenta un arma antisatélite, pero más lenta y de menor precisión que la norteamericana.

La Administración ha informado al Congreso que no está dispuesta a cambiar sus planes militares, retrasando la prueba, para ayudar a la negociación del control de armas nucleares que las dos superpotencias celebran sin éxito alguno en Ginebra.

Ante la 'cumbre' de Ginebra

Hasta ahora, EE UU se ha negado a iniciar negociaciones con los soviéticos sobre el arma antisatélite, alegando que cualquier acuerdo no sería verificable y las limitaciones no responderían al "interés nacional". La realidad parece ser otra. Reagan y el secretario de Defensa, Caspar Weinberger, han decidido adelantar la prueba del ASAT, prevista inicialmente para dentro de varias semanas, para enviar una señal de firmeza a la URSS ante la cumbre de Ginebra que reunirá al,presidente norteamericano y a Mijail Gorbachov el próximo noviembre.La fuerza aérea era partidaria de retrasar la prueba porque el arma y el objetivo tenían problemas técnicos. Sin embargo, ha triunfado la decisión política y se ha dado luz verde, aunwíe el ASAT se probará contra un blanco que no es el deseado por los militares. Al viejo satélite, que ya ha acabado su vida operacional, le faltan los instrumentos de medición que harían posible saber, si el proyectil no le alcanza, por cuánto se ha fallado.

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