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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Entierro a empujones

El pasado día 22 de julio tuvo lugar el entierro dé mi madre, Francisca Esteban Aguilar. Desde el momento en que apareció el coche fúnebre número 48 y el de los acompañantes, el entierro se convirtió en una carrera contra reloj en todos los aspectos. El conductor del coche que la funeraria provee para transportar a los familiares cercanos hasta el cementerio nos estuvo apremiando continuamente para acabar cuanto antes. En el hospital Provincial, lugar de salida de la comitiva, nos preguntó en un par de ocasiones "si nos íbamos ya". Durante el trayecto intentaba incluso adelantar al coche fúnebre; éste, lógicamente, reaccionaba, tratando a su vez de ir cada vez más deprisa. Hubo momentos en que la distancia entre ambos vehículos era tan pequeña que tuvimos miedo de que se produjera una colisión. Finalizado el entierro siguió apremiándonos, hasta el punto de que no llegamos a despedirnos de algunos familiares. Montamos de nuevo en el coche, y entonces el conductor se negó a llevarnos al destino deseado (en pleno centro de Madrid), razón por la cual, y hartos ya de aguantar. al individuo en cuestión, le ordené parar el coche en el mismo cementerio, abandonándolo acto seguido sus ocupantes.Piensen los lectores cómo sienta esto con el estado de ánimo que uno tiene en esos momentos, y yo me pregunto: ¿es que este tipo de servicios no puede, al igual que se está haciendo con otros, humanizarse un poco? Yo pienso que sí, que se puede y que se tiene que humixta Servicios Funerarios de Madrid, de alguna manera, propicia el que los servicios se realicen en el mínimo tiempo posible.

Yo no puedo saber si esta información es o no correcta; lógicamente, si pregunto a la empresa no me van a decir que esto es cierto. Lo que si sé, desde luego, es que es muy lamentable que pueda serio, y más teniendo en cuenta que el Ayuntamiento de Madrid es uno de los accionistas de esta empresa.

No quiero finalizar sin dedicarle un corto párrafo al conductor. Él agravó la situación hasta el límite debido al tono despótico e insensible que utilizó en todo momento. Creo que este tipo de personas no debería prestar sus servicios en ninguna actividad. con el público, y mucho menos con un público que se encuentra inmerso en el dolor producido por la pérdida de un ser querido.-

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