El Ayuntamiento de Avilés contratará parados para sustituir a los guardias sancionados

Los policías municipales de Avilés desalojaron ayer pacíficamente el cuartelillo en el que permanecían en asamblea permanente y sin cumplir servicios desde el 23 de agosto. El Ayuntamiento de la ciudad contratará con carácter de urgencia a personal en paro que sustituya, interina y provisionalmente, a los guardias hasta que se resuelvan los 73 expedientes incoados en estos días.La asamblea permanente terminó al personarse a las dos de la tarde de ayer en el cuartelillo el jefe superior de Policía de la ciudad, dos inspectores, un capitán, un teniente y dos números de la Policía Nacional, que solicitaron de los agentes municipales que abandonaran el local por orden del delegado del Gobierno. Así lo hicieron los escasos números que, por ser la hora del almuerzo, se encontraban en ese momento en el interior del cuartelillo.

Desde el sábado por la mañana los agentes expedientados han sido suspendidos también de empleo y sueldo preventivamente y se les ha retenido el uniforme y los distintivos, que en muchos casos ya han entregado. Las armas ya les fueron reclamadas a la semana de surgir el conflicto. Los policías buscaban ayer otro local en el que concentrarse mientras se encuentra una solución al problema.

Hasta que se resuelvan todos los expedientes el grupo mayoritario de la corporación, el socialista, ha decidido la incorporación inmediata de trabajadores en paro que sustituyan eventualmente a los policías. No se descarta que esta medida suponga implícitamente la disolución del cuerpo.

Si cuando se resuelvan los expedientes, para lo que se considera un plazo máximo de seis meses, algún agente es apartado del cuerpo, se convocaría un concurso-oposición para cubrir las vacantes. En opinión del alcalde, Manuel Ponga (PSOE), "hay una mayoría que quiere reincorporarse al trabajo, pero una minoría coacciona y desinforma al resto e impide la normalización". La corporación mantiene la posibilidad de que los agentes se vayan reintegrando a la actividad al advertir que la medida preventiva de suspender el empleo y el sueldo se levantará automáticamente si los afectados manifiestan interés en volver al trabajo.

El grupo de Gobierno municipal estaba dispuesto a sustituir al juez instructor de los expedientes, Alvaro Álvarez, segundo teniente de alcalde, responsable del área de personal y principal impulsor, junto con el jefe de la policía, de la reestructuración, por el oficial mayor, cambio que no fue aceptado por los policías.

Éstos, por su parte, han expresado su pesar por las nuevas medidas de la alcaldía y han manifestado que se sigue una línea de dureza "cuando lo más fácil sería abrirse al diálogo". Los policías, que durante unos días mantuvieron una huelga de hambre por medio de cinco agentes, piensan adoptar nuevas medidas de presión, aunque no especificaron cuáles.

La Guardia Civil y la Policía Nacional vienen cubriendo la mayor parte de los servicios, especialmente los del ordenamiento del tráfico, uno de los problemas más acuciantes de Avilés.

El enfrentamiento, que ya dura 19 días, surgió a raíz de un primer expediente abierto a 11 agentes por abandonar el servicio en un recital de Luis Eduardo Aute el 19 de agosto, si bien el fondo del problema reside en la reestriacturación aplicada al cuerpo desde finales de mayo, que no cuenta con el asentimiento de los policías. El alcalde se niega a negociar mientras que persista el conflicto.