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Reportaje:Ante las elecciones de Galicia

Pío no se rinde

El incansable ex ministro de UCD vuelve a estar en el centro de las maniobras políticas gallegas

SEBASTIÁN GARCÍA,En 1977 Pío estaba en el buen camino y acertó. Esperaba contar con Manuel Fraga, gran patrón del Ministerio de Información y Turismo cuándo él era subsecretario del departamento. Con él y con José María de Areilza se entrevistó en Santiago de Compostela, en el Hostal de los Reyes Católicos, el 18 de agosto de 1976. Aquella reunión fue histórica para la democracia, no porque tuviera un resultado, sino precisamente porque no lo tuvo: no hubo acuerdo y en adelante Fraga fue por un lado y los centristas por otro. Aún seguimos así. Fraga, efectivamente, se equivocó al formar por su cuenta con las últimas personalidades del franquismo una candidatura que sería Un fracaso electoral, pero Cabanillas no desmayó y finalmente introdujo su Partido Popular en la médula de UCD, una coalición con la que al principio nada tenía que ver, y después de las elecciones fue ministro con Adolfo Suárez, un líder que tampoco había sido el suyo. En UCI), Cabanillas, fiel a su máxima, estuvo en todos los guisos que se cocinaban, pero nunca se quemó en el fogón, y al final salió del asunto como si no hubiera roto un plato. Probablemente no rompió ninguno.Esto es historia, pero la historia se repite en este singular personaje, permanentemente metido en los entresijos de la política, gallego, notario y registrador de la propiedad, distinguido, amante de los círculos del poder, pero no hasta el punto de que el poder le deslumbre. Él mismo se definió así un día: "Yo siempre he mandado muy poco, pero anduve cerca de lo que se decidía, que quizá es lo más importante. Yo diría que el poder de decidir cosas me es indiferente, pero me preocupa saber a dónde se va, estar al tanto de por donde no hay que ir".

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Otra frase atinada de Pío Cabanillas es la siguiente: "Yo no voy (a las elecciones) por Orense; voy por Franqueira". Franqueira es Eulogio Gómez Franqueirá, gran cacique -en el buen sentido de la palabra de Orense, que desde sus Cooperativas Orensanas (Coren) maneja un poder económico de más de 25.000 millones de facturación anual y ejerce una influencia social incalculable a base de empleos, influencias, apoyo, a sus paisanos y todo lo necesario para ser el gran patriarca de la provincia. Sin Gómez Franqueira no se entiende la historia política de Cabanillas en la democracia y su siempre segura acta de diputado, y de ahí la frase. Siempre han caminado juntos, el uno ocupándose de los asuntos de Galicia y el otro de los de Madrid.

La 'operación Reformista'

Cuando UCD se deshizo estrepitosamente en .1982, Gómez Franqueira decidió reinvertir sus siempre seguros votos en su tierra, ya que no había jugada nacional, y fundó Centristas de Orense, que se convirtió en Coalición Galega al unirse con el Partido Galeguista. Nacía -así una opción nacionalista moderada, pero que al constituirse en mayo de 1984 reunió a más de 1.000 concejales en toda Galicia, amenazando a izquierda y derecha a los partidos hegemónicos (AP tenía 1.400 concejales, y el PSOE 929).

Pío Cabanillas apoyaba la operación y se entendía por su cuenta con Miquel Roca, quien mientras tanto estaba recreando también el centro, pero a nivel de toda España, y contaba con la Coalición Galega como la parte correspondiente a Galicia de su operación Reformista. Pío Cabanillas, dicen sus detractores, siempre mira hacia Madrid -donde tiene su residencia habitual- y no es un verdadero gallego. Sus admiradores subrayan, en cambio, que habiendo vivido fuera de Galicia siempre ha hecho política con Galicia.

Pero en septiembre de 1984 ocurre la desgracia: Gómez Franqueira sufre una trombosis -de la que aún no se ha recuperado- y el centrismo orensano queda sin dirección real. Entonces se busca a Víctor Moro para que sea candidato a las elecciones autonómicas de este otoño. Unas fuentes dicen que lo propuso Pío Cabanillas y otras que simplemente era el hombre obvio. En cualquier caso, lo cierto es que Moro estaba alejado de la política, dirigiendo el Banco de España en Barcelona, y fue Roca quien movió su influencia para que pudiera volver a Galicia.

Pero la felicidad duró poco. Moro pidió poderes extraordinarios para poder establecer libremente alianzas y la coalición se los negó. En vista de ello, en mayo, y mientras Roca, impotente, llamaba expresando su preocupación, el candidato deja de serlo. ¿Con quién quería pactar Víctor Moro? El presidente de Coalición Galega, Antonio Díaz Fuentes, reconoce su capacidad de gestión y su "vocación gallega", y no quiere culparle de nada, pero cuenta que cuando le nombraron candidato la Coalición Popular de Manuel Fraga intentó persuadirle para que facilitara la unión de las dos "fuerzas, y "su gran error consistió en pedir poderes excepcionales de pacto político cuando le estaban requiriendo". ¿Quién es, entonces, el responsable? - Para algunas fuentes, Roca y el presidente del Partido Demócrata Popular, óscar Alzaga, habían muñido una alianza de los reformistas con el socio menor de Coalición Popular. Para Díaz Fuentes no hay duda: "Estamos convencidos de que detrás del intento de llevar Coalición Galega a Coalición Popular está Pío Cabanillas".

El presidente de Coalición Galega lo explica así: "Pío Cabanillas está en una situación política muy delicada, porque Centristas de Orense le desahució como diputado cunero por Orense, y por tanto se ha quedado sin espacio", y trata de buscar otro hueco. 1

La versión obtenida por este pe-

Pío no se rinde

riódico en fuentes próximas a Pío Cabanillas enjuicia los hechos de forma muy distinta. Para estas fuentes, a Moro se le había prometido todo y el aparato que dirigía Coalición Galega le negó, de forma ¡lógica, el poder. En estas circunstancias, era lógico que el candidato diera la espantada. En cuanto a que Cabanillas intente a través de esta operación hacerse un hueco entre los hombres de Fraga, las mismas fuentes subrayaron que otros ex miembros de UCD sí están ya colocados en Coalición Popular, y él no. Las mismas fuentes comentaron que incluso es posible que al final Pío Cabanillas se quede al margen de todo.El asunto Núñez

Sea como fuere, el renovado centrismo empezaba a ir mal, pero Pío no se rinde. Uno de los principales hombres de Coalición Galega era el presidente de la Diputación de Orense, Victorino Núñez, ligado, como no, a Coren, y que veranea en Sanjenjo, cerca de Mosteiro, donde Cabanillas tiene un pazo. Ambos se veían de vez en cuando y a finales de julio se reunieron a hablar de política. Después los dos vieron al presidente de la Xunta, Gerardo Fernández Albor, de Coalición Popular, en un acto oficial en Pontevedra. Según las fuentes antes citadas, de aquellas reuniones no salió nada. Según Coalición Galega, se llegó al acuerdo de resucitar Centristas de Orense y unirse a Coalición Popular para las elecciones.

La operación contaba aparentemente con el beneplácito de la familia Gómez Franqueira, pero éstos, cuando se conocen públicamente estos contactos, emiten un comunicado en el que se declaran al margen de todo.

Coalición Galega, el 2 de agosto, aborta la operación suspendiendo a Núñez de militancia. Pero en opinión de éste su antiguo partido se ha convertido ya en una cáscara vacía, y el comité ejecutivo que le ha suspendido de militancia no es más que una entidad "cuyos miembros sólo se representan a sí mismos y cuyas decisiones carecen de trascendencia política .

Finalmente, Coalición Galega se parte por la mitad: el presidente de la Diputación de Orense se marcha, acompañado de 34 alcaldes, 10 diputados provinciales y dos parlamentarios regionales. En el entorno de Pío Cabanillas se piensa que en realidad los antiguos hombres de Franqueira se dividieron entre quienes aún esperan que el patriarca vuelva a la actividad y quienes buscan en Núñez un nuevo líder, ante la evidencia de los hechos. Lo demás es sabido: el grupo que se marchó con Núñez proyecta constituirse como partido, cuyo nombre será probablemente Centristas de Galicia, y negocia una alianza con los hombres de Fraga, que las fuentes antes citadas dan por segura. El resto de Coalición Galega mantiene a su secretario de organización, Pablo González Mariñas, como candidato a la presidencia de la Xunta, y afirman que se mantendrán en su compromiso, es decir, que no se unirán a la gran derecha.

De nuevo, Pío Cabanillas ha quedado, aparentemente, al margen, y permanece silencioso en su pazo. Cabanillas rehusó dar su versión de los hechos, y sólo cuando se le preguntó por su futuro político, dijo: "No lo sé, tengo dudas; probablemente se lo preguntaré a Pío Cabanillas algo más adelante".

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