Piher acepta la sanción por haber exportado ilegalmente tecnología a Cuba y la URSS
Piher Semiconductores, compañía catalana del sector electrónico, ha sido declarada culpable ante un tribunal estadounidense bajo la acusación de haber importado alta tecnología de potencial utilización militar, procedente de Estados Unidos, y haberla reexportado a Cuba y a la Unión Soviética de forma ilegal. El consejero delegado de la empresa española, Santiago Heredero Barriga, a la vez que acepta las responsabilidades de venta de tecnología de doble uso a Cuba y países del Este, celebra con satisfacción la firma de un acuerdo con las autoridades norteamericanas que da fin a un litigio iniciado en 1982.
Para Santiago Heredero, la firma del acuerdo alcanzado con los departamentos de Comercio y Justicia de EE UU significa que, tras la conformidad de las autoridades judiciales, a partir de marzo de 1986, Piher saldrá de Ia lista negra por la que se veía impedida para exportar y comprar tecnología a EE UU. Piher deberá pagar una multa de un millón de dólares (100.000 dólares de entrada, y el resto, en cinco años, sin intereses).
Paradero desconocido
Asimismo, dos ex directivos de Piher, José Puig Alabern y Francesc Solé i Planas, se encuentran en estos momentos bajo la acusación de estar relacionados con todos estos hechos, y podrían ser condenados a un máximo de 60 años de prisión y a varios millones de dólares de multa si son extradidos hacia Estados Unidos. Según el fiscal del Distrito de Columbia, el Gobierno español ha proporcionado una total cooperación para intentar localizar a estos ejecutivos, cuyo paradero es desconocido.
El consejero delegado de Piher desconoce el camino que deberá seguir el proceso a los dos ex altos cargos de la sociedad acusados por las autoridades norteamericanas. Santiago Heredero subrayó que José Puig Alabern y Francesc Solé i Planas fueron apartados de Piher antes de que fuera conocido el conflicto con EE UU, hace cuatro años, y por motivos distintos.
Según fuentes judiciales de Estados Unidos, Piher Semiconductores ha reexportado, por un valor de unos 2,5 millones de dólares equipos utilizados en la fabricación de circuitos integrados y semiconductores hacia Cuba y la Unión Soviética entre 1979 y 1982. "No existe ninguna duda de que el principal destino de estos equipos era el de la construcción de equipos para la seguridad y defensa nacionales", según señaló a The New York Times Joseph E. Digenova, fiscal del Distrito de Columbia.
En principio, la compañía catalana ha aceptado pagar la multa de un millón de dólares que se le ha impuesto, aunque el juez federal tiene potestad para incrementar la cuantía de la misma. Según fuentes de la acusación, los equipos norteamericanos revendidos por la firma española tanto a Cuba como a la Unión Soviética eran "lo mejor" que existía en ese momento en el mercado.
Digenova describió el delito como una de las más importantes transferencias ilegales de tecnología en toda la historia estadounidense. "Lo que se ha exportado ha sido la capacidad de fabricar un número ilimitado de semiconductores y circuitos integrados, que podrían ser utilizados en todo tipo de áreas de seguridad nacional", señaló en una entrevista.
De acuerdo con un informe de 19 páginas del Departamento de Justicia, Piher llegó a un acuerdo en 1978 para construir una factoría electrónica en Cuba para el Gobierno de ese país. Asimismo fue firmado un contrato con Technoproimport, una compañía soviética de comercio exterior, para proporcionar a ese país material para hacer circuitos integrados. Paralelamente, Piher solicitó a los fabricantes estadounidenses, entre los que se encontraban Hewlett-Packard y otras cinco empresas, que les vendieran material para utilizarlo únicamente en España.
Según el informe, Piher adquirió en 1979 a Hewlett-Packard un aparato de precisión que fue exportado posteriormente a Cuba al año siguiente. Muchos de esos equipos reexportados, según la acusación, eran de los denominados de doble uso, es decir, de aplicaciones tanto comerciales Como militares.
Acuerdo pactado
Aunque ha aceptado su culpabilidad y el pago de la multa impuesta, Piher permanecerá en la lista negra del Gobierno de Estados Unidos al menos durante los próximos nueve meses, por lo que la compañía quedará excluida durante ese tiempo de poder tener acceso a productos de, origen estadounidense.
Por su parte, el ministro de Industria, Joan Majó, declaró ayer que la multa impuesta "es la resolución final de un proceso largo de negociación que en el fondo es una solución pactada, que nosotros sabíamos que estaba desde hace mucho tiempo, con las autoridades americanas". Según Majó, el ministerio conocía la negociación bilateral entre las autoridades de EE UU y la compañía, aunque no había intervenido en ellas. El ministro de Industria declaró: "Aunque será a través de una sanción, es una noticia agradable, porque supone el final de una situación muy incómoda, sobre todo para la empresa".
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