Una más que delicada situación económica
La situación económica y financiera de Suráfrica es ahora mas que delicada. Los problemas provocados por los disturbios raciales han venido a ser el colofón de casi tres años de declive económico. La deuda externa cuyo pago ahora se aplaza alcanzaba los 17.000 millones de dólares, 12.000 de ellos con devolución a corto plazo, garantizados por apenas unos 2.350 millones de reservas de oro y divisas.Debido a la sequía y a la caída de los precios del oro y de otros productos de exportación, la economía surafricana ha ido perdiendo fuelle de modo continuo a lo largo de los tres últimos años. Los últimos 12 meses han sido los peores desde hace 50 años, hasta el punto de que el desempleo en algunas zonas ha llegado a afectar al 25% de la población negra y la inflación a rondar el 15%. La moneda nacional, el rand, ha perdido el 75% de su valor en los últimos cuatro años.
Los bancos extranjeros habían comenzado a exigir a sus clientes surafricanos el pago de sus créditos según iban venciendo. "Nos piden que paguemos toda nuestra deuda en un minuto y ningún país puede hacer eso", declara un miembro directivo de una importante firma surafricana. Los prestatarios, en su mayoría bancos locales, deben unos 12.000 millones de dólares, que vencen de aquí a un año, y carecían de capacidad para atender a sus compromisos a menos que se renegociara la deuda. El gobernador del Banco Central surafricanao, Gerhard de Kock, ha tratado en Londres y Washington a lo largo de la semana pasada de conseguir que se mantuviera el crédito a las instituciones financieras de su país, pero de fuentes bancarias se sabe que no ha logrado ningún éxito.
Un número creciente de compañías está dejando de operar en Suráfrica, con lo que desaparecen puestos de trabajo, capital y tecnología.
Las propuestas de embargo que consideran algunos países son un arma de doble filo, pues, al tiempo que contribuyen a ahogar a la economía surafricana, crean dificultades al cliente de Pretoria. Por poner un ejemplo, Estados Unidos importa de Suráfrica el 61% del cobalto que necesita, el 55% del cromo, el 49% del platino, el 44% del vanadio y el 39% del manganeso, todos ellos minerales estratégicos.
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