Comienza en Bonn el proceso contra dos ex ministros por el 'caso Flick'
El proceso por sobornos y evasión fiscal de millones de marcos contra los ex ministros de Economía de la República Federal de Alemania (RFA) conde Otto Lambsdorff y Hans Friderichs y el ex apoderado del Consorcio Flick Eberhard von Brauchitsch comenzó ayer en Bonn, con la solicitud de la defensa de que se niegue la competencia del tribunal para juzgar el caso y una petición de que se cambien los jurados por sospecha de falta de imparcialidad.Tan sólo 41 periodistas y 41 espectadores, pudieron entrar en la sala del tribunal, donde se celebra un proceso insólito en la historia de la RFA. Por primera vez se sientan en el banquillo dos ex ministros del Gobierno federal bajo la acusación de soborno.
La acusación pública considera que Lambsdorff y Friderichs decidieron a favor del consorcio Flick una exención fiscal sobre los beneficios de la ventade las acciones de Daimler-Benz, que ascendieron a 1.900 millones de marcos (más de 112.000 millones de pesetas al cambio actual), influidos por los donativos percibidos por el pjrtido liberal (FDP) a través del acusado Von Brauchitsch.
También pesa contra ellos la acusación de haber evadido al fisco millones de marcos en impuestos para una financiación ilegal del partido con dinero recibido de importantes empresas de la RFA.
El proceso comenzó con cierta discreción. El acusado Lambsdorff entró en coche por una puerta lateral del tribunal, y los fo tógrafos apenas tuvieron ocasión de inmortalizar su llegada.
A las puertas del edificio de los tribunales de Bonn, un grupo de una docena de manifestantes con pancartas reclamaba: "Expropiad a Flick", "Limpiad la pocilga" y "¿Quién entregó a los gangsters el arma?".
El ex ministro Friderichs llegó a pie, con buen aspecto y tostado por el sol de las Viacaciones. Un automovilista que circulaba por la zona frenó el coche frente a la puerta principal del tribunal, sacó la cabeza y aulló: "Mete a Lambsdorff en chirona".
Friderichs tuvo más calor popular: una señora gorda y entrada en años se le acercó para desearle "que le vaya bien. Se lo dice una alemana".
El proceso empezó con más de 20 minutos de retraso, porque los espectadores fueron sometidos a un control similar al que se realiza en los aeropuertos.
Tras tomar los datos personales a los acusados, la defensa rechazó que el tribunal tenga competencia para el caso.
También rechazó a los dos jueces no profesionales que forman parte del jurado, un cocinero y un ama de casa.
Según la defensa, por el volumen de las publicaciones sobre el caso, no puede garantizarse la necesaria imparcialidad.
El tribunal aplazó las sesiones una semana, y luego decidirá sobre las peticiones de la defensa.
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