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Efectos del atentado al 'Rainbow Warrior'.

Dos policías neozelandeses trabajan en uno de los boquetes abiertos en la quilla del Rainbow Warrior, barco de la organización ecologista Greenpeace, hundido el 10 de julio en el puerto de Auckland. Ayer, el diario francés Libération informaba que un ex agente del espionaje británico, David Chapman, vendió la lancha utilizada supuestamente en el atentado.

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