Réquiem por un campesino español

La descarada incoherencia de ustedes, que para dos hechos idénticos que se producen, además simultáneamente, les hacen adoptar, a conveniencia, posturas absolutamente contrapuestas, traerá al menos el buen efecto de destapar el estado moral e intelectual bastante miserable que impera en esta nación.Resulta que EL PAIS se llena la boca sermoneando gravemente al Gobierno inglés por la censura impuesta a la BBC y, al mismo tiempo, no descansa hasta que la Dirección General de Cinematografia no impone, por chantaje, a los autores de una película un título no elegido por ellos.

Pero ha valido la pena el caso. Ha valido para hacer salir a la superficie, por debajo del barniz de sereno cosmopolitismo, un abertzalismo españolista ridículo, del que, casi conmovedoramente, no se aperciben ustedes.

Resulta que es escandaloso que al pasarla al cine se le cambie el título a una gran obra de Sender. Cuando Crónica del alba, con la ayuda de Televisión Española, fue Valentina, no lo era.

Si el Estado concede alguna ayuda a una película tiene derecho a modificarla. De hecho, la modifica, y eso no merece ningun comentarib. Si es en el Reino Unido, sí.

Pero no acaba ahí todo. El director de la película, presionado por todos, se somete a ofrecer explicaciones de por qué elige para su película el título que elige. Tampoco esa humillación merece comentarios ni vergüenza, pero al día siguiente, un columnista del periódico, muy representativamente, llena su columna con su Don Quijó y "hasta la palabra español".

¡Qué maravilla no escribiría este hombre sí, por ejemplo, el Reino Unido no dejase exhibir dentro de sus fronteras una película de nuestra gran gloria Buñuel, llamada Abismos de pasión, hasta que no se le restituyese el título de la novela en que se basa, porque es esta una joya de la literatura inglesa!

Como él da tantos ejemplos y tan brillantes, yo me limito a dar sólo uno.- Javier Sola. Navarra.