Van der Poel ganó al 'sprint' la clásica de San Sebastián

El corredor holandés Adri van der Poel, del equipo Kwantum, ganó ayer, al sprint, la clásica ciclista San Sebastián-San Sebastián. La carrera, de 244 kilómetros, que prácticamente componía una vuelta completa a la provincia de Guipúzcoa, tuvo cuatro puertos puntuables: uno de tercera categoría, dos de segunda y el Jaizkibel, de primera, éste a 34 kilómetros de la meta.Los corredores fueron en pelotón sólo durante los primeros 10 kilómetros. Inmediatamente después comenzaron las escapadas y un grupo de 24 hombres rompió la carrera. Fue la primera escaramuza, neutralizada en las rampas del puerto de Azkárate.

Al paso por É¡bar (kilómetro 76) se gestó otra escapada que llegó a preocupar a los favoritos, ya que en la misma marchaban Millar, Rupérez, Etxabe, Van der Poel y Navarro, hasta un total de 23 corredores. Llegaron a tener una ventaja de tres minutos sobre el pelotón y al pie del alto de Jaizkibel fueron alcanzados, cuando faltaban 44 kilómetros para llegar a la meta. Ahí se desencadenó la batalla final y el ascenso al puerto de Jaizkibel, de primera categoría, sirvió para seleccionar a los mejores.

La carrera resultó muy rápida, como lo demuestra el hecho de que se llegara a la meta con más de media hora de adelanto sobre el horario previsto. El vencedor realizó una media de más de 41 kilómetros por hora. Participaron 114 corredores, de 12 equipos, siete españoles y cinco extranjeros. La excelente organización de El Diario Vasco estuvo a punto de ser empañada por la actuación de la policía autónoma de tráfico, que se mostró incapaz de dominar el caos circulatorio que produjo el paso de la carrera.

Llegaron a la meta en el grupo de cabeza 33 corredores. La clasificiación final fue la siguiente: 1º Van der Poel (Kwantum), 5.52.32 horas. 2º Gastón (Reynolds). 3º Juan Fernández (Zor). 4º Iglesias (Kelme). 5º Ruttiman (La Vie Claire). 6º Esparza (Kelme). 7º Murga (Orbea). 8º Camarillo (Zor). 9º Pino (Zor).

Mariano Sánchez ganó el premio de la montaña; Valentín Dorronsoro, el de las metas volantes, y Luis Vicente Otín, el de la. combatividad.