La política norteamericana en Oriente Próximo
La política de EE UU en Oriente Próximo se encamina, de forma obstinada y absurda, hacia el fracaso. Pero hay argumentos para el optimismo: esta política puede fracasar antes de que llegue demasiado lejos.El proceso de Pacificación en el que el Departamento de Estado de EE UU se ha embarcado pretende que Israel, por una parte, y Jordania y los palestinos, por otra, se sienten a negociar. Se espera que lleguen a un acuerdo sobre el futuro de Cisjordania, o de Judea y Samaría, como la mayoría de los israelíes la llaman.
Pero no será fácil llegar a la mesa de negociaciones. Israel se ha mostrado públicamente dispuesta a negociar, pero sólo si la cuestión de la representación palestina puede resolverse. Israel no aceptará delegaciones árabes que. estén vinculadas con la OLP. Jordania, sin embargo, no puede negar que, como los demás Gobiernos árabes, suscribe la tesis que señala a la OLP como único representante válido del pueblo palestino. (...)
12 de agosto,
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