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Las acciones pueden mantener el tipo que pierden los pagarés

A juzgar por los resultados obtenidos por los índices generales de las cuatro bolsas, podría pensarse que no se ha producido ningún cambio sustancial con respecto a la indecisión y el escaso volumen de las operaciones registrado en la semana anterior y, sin embargo, ya el mismo viernes, parte de las operaciones que se hicieron con tanta desgana, pasaron por el apartado de crédito al mercado. Las cifras no fueron como para esperar un cambio en la tendencia de los mercados, pero sí que señalan una nueva orientación en la manera de ver las cosas por parte de los inversionistas.La impresión general es la de que los precios del dinero, ahora en descenso, han obligado a replantearla situación de la renta variable de cara al medio plazo, ya que de mantenerse la tendencia a la baja en los tipos de interés, es previsible que las acciones retomen el protagonismo en la escala de intereses de los inversionistas, al menos de los institucionales, hecho que los observadores de la barandilla tampoco dejarían pasar desapercibido.

No obstante, también los precios de muchos valores de los sectores tradicionales empezaban a llamar la atención de los asistentes, máxime teniendo en cuenta que la mayoría de las operaciones en que la inversión a corto plazo ha tenido algo que ver se encuentran en pleno retroceso.

El dinero continúa resultando insuficiente, por lo que todas estas observaciones no dejan de ser parte de una verdad más amplia, y conviene recordar que un par de semanas atrás, los precios registraron mejoras similares sin que los volúmenes de contratación sufriesen aumentos significativos, mejoras que a lo largo de la pasada semana desaparecieron, también con el mismo nivel de negocio con que se habían conseguido.

Un incremento de la contratación sería una buena señal y vendría a dar la razón a los que piensan que en el próximo ciclo los mercados no tendrán más remedio definirse, una vez superado el puente de mediados de mes y ya de cara a la incorporación general que se registrará en septiembre.

Por el momento, el tono no ha variado demasiado, y tan sólo el signo que figura delante de las diferencias ha mostrado algunos cambios. Uno de ellos se lo adjudicaron las acciones de la compañía Telefónica que, tras casi un mes de bajas continuas, lograron sumar un entero, confirmando la resistencia que se había establecido en torno al 115, y que ahora ha cuajado en algo más efectivo. También las eléctricas se permitieron algunas alegrías, y sólo los bancos se mantuvieron impasibles ante sus propios resultados.

En cuanto a los pagarés del Tesoro, ayer se confirmó la tendencia a la baja de los tipos de interés, negociándose en la Bolsa de Madrid 1.700 millones de pesetas con un pacto de recompra de entre 8 y 15 días, y con unos tipos oscilando entre un mínimo del 12% anual y un máximo del 12,5%. A vencimiento se negociaron tan sólo 172 millones, siendo aquí el rendimiento máximo del 11,792% anual. En conjunto, hay muy pocos cambios en la situación general, pero al menos se cuenta con toda una serie de posibilidades a favor, y habrá que dejar pasar esta corta semana para ver qué respuesta dan los mercados.

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