El Gobierno surafricano otorga plenos poderes a la policía
El Gobierno de Pretoria ha reforzado las disposiciones del estado de emergencia en 36 distritos de Suráfrica otorgando a la policía plenos poderes para hacer frente a los disturbios raciales que desde hace varias jornadas asolan el país y que han ocasionado 50 muertos.Esta decisión gubernamental ha coincidido con las conversaciones con representantes norteamericanos mantenidas en Viena por el ministro surafricano Roelof Pik Botha, que ayer se trasladó a Francfort.
Sin ultimátum
Según Botha, Estados Unidos no ha dado, de momento, un ultimátum al régimen surafricano.Esta afirmación de Botha fue seguida ayer, sin embargo, de un comentario del portavoz de la Casa Blanca, Larry Speakes. Éste dijo, tras las conversaciones, que la Administración de Ronald Reagan espera que el Gobierno surafricano flexibilice su política de segregación racial, a la vez que felicita el restablecimiento del díalogo entre ambas administraciones. El Gobierno surafricano, en palabras de Speakes, ha empezado una "revisión de su política", tomando en consideración las posiciones expresadas "con franqueza" por Estados Unidos y otros países.
Un portavoz de la Embajada norteamericana en Viena, desde donde ayer partió Botha con destino a Francfort, anunció que el ministro de Asuntos Exteriores surafricano mantuvo conversaciones el jueves con Robert McFarlane, asesor del presidente Ronald Reagan, y el viernes con una delegación norteamericana, que estuvo encabezada por el secretario adjunto del Departamento de Estado, Chester Crocker.
Botha, en su visita a la República Federal de Alemania iniciada ayer, ha mantenido contactos en el mismo sentido con altos funcionarios de este país.
El encuentro Botha-McFarlane se celebró a petición del régimen de Pretoria y persigue como objetivo la normalización de relaciones entre ambas Administraciones, enturbiadas por la represión de las protestas de la población negra y la imposición del toque de queda, ampliado en las últimas horas.
La Administración estadounidense desea, al parecer, presionar al régimen de Pretoria para que haga concesiones en su política de mano dura con la población negra. Washington ha exigido como condiciones el restablecimiento del orden, el levantamiento del toque de queda y el diálogo entre los líderes negros yel Gobierno que preside Pieter Botha.
En los suburbios de Durban
Los principales disturbios se han desarrollado en los suburbios de Durbán, importante ciudad costera del Indico de más de medio millón de habitantes. Fuentes del hospital de Durban indican que en la madrugada del viernes los enfrentamientos raciales arrojan un balance de 300 heridos.
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