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La 'cumbre' árabe se inaugura hoy con pocas posibilidades de éxito

ENVIADO ESPECIALLa cumbre árabe extraordinaria que debe inaugurar hoy en Casablanca el rey marroquí, Hassan II, parece destinada a no producir ningún resultado concreto, disminuida por el boicoteo de Siria, Líbano, Argelia y Yemen del Sur y por las decisiones de última hora del rey de Arabia Saudí, el presidente de Irak y el emir de Kuwait de no asistir personalmente a la reunión. Fuertes medidas de seguridad rodean el escenario del encuentro y algunos periodistas extranjeros han sido retirados a alojamientos a 60 kilómetros de Casablanca.

El encuentro que sostuvieron el lunes los ministros de Asuntos Exteriores o representantes de los 16 países que finalmente decidieron estar presentes fue reflejo de las divergencias que separan actualmente a los países árabes. A las tres horas de discusiones, los ministros de Asuntos Exteriores se separaron tras haber elaborado -según las palabras del ministro marroquí del Exterior, Abdellatif Filali- un "documento de trabajo positivo", que será sometido a la cumbre.

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El documento recoge prácticamente todos los problemas interárabes, aunque el ministro marroquí mencionó en especial que se sacaron a relucir "las relaciones interárabes, la guerra entre Irak e Irán y el conflicto entre Somalia y Etiopía".

Cuestiones discutidas

Todas las cuestiones fueron, sin embargo, discutidas por los ministros, incluida la posibilidad de anular esta cumbre y dejarla pospuesta hasta la cumbre ordinaria que debe celebrarse en noviembre prpximo en Arabia Saudí.Aunque, según fuentes marroquíes, la presencia ayer entre los ministros de Ahmed Chehati, funcionario del Comité de Relaciones Exteriores de Libia, significa que ese país participa plenamente en la cumbre, la agencia libia Jana afirmaba ayer que la presencia de Chehati en Casablanca sólo tiene como objetivo "transmitir las condiciones en las cuales Libia participará".

En los mismos medios se sugiere que aunque el coronel Gaddafi. no acuda, enviará a su vicepresidente, el comandante Abdessalam Yallud.

Libia impone como condiciones que sean "condenados y sancionados los regímenes de Irak y Jordania por haber restablecido relaciones diplomáticas con Egipto", que sea "denunciada la ocupación norteamericana de Egipto", en alusión a las maniobras militares egipcio-norte americanas Bright Star iniciadas el domingo pasado y que "no se hable de la reinsercíón de Egipto en la Liga Árabe" y se "condene el acuerdo Hussein-Arafat, de febrero pasado".

El acuerdo Hussein-Arafat, que prevé la negociación directa con EE UU e Israel de una delegación jordana donde se incluyan personalidades palestinas, tiene como objetivo lograr la autodeterminación de los palestinos de Gaza y Cisjordania, para que estos territorios puedan unirse en federación a Jordania. Los organizadores de la cumbre han sido acusados por Siria de querer otorgar un aval al acuerdo.

El diario Techrine, órgano de¡ Ejército sirio, prometía hace unos días dar "un castigo ejemplar a,los traidores que acudan a la cumbre de Casablanca". El temor a ese terrorismo eventual sirio es el que parece haber aconsejado la ausencia del rey saudí y del emir de Kuwait.

La reintegración de Egipto en el seno de la Liga Árabe, que por lo menos dos países, Jordania e Irak, se proponían plantear a la cumbre, constituye el otro tema que divide a los árabes y que permite a afirmar que existen ya dos bloques en la Liga Árabe.

La admisión de Egipto el lunes pasado en los organismos deportivos árabes, después de una decision en ese sentido de la Unión Deportiva Árabe, reunida en Marruecos con motivo de los VI Juegos Panárabes, es un indicio de la actual tendencia.

Muy significativo resulta tarabién el artículo publicado ayer por el profesor Abdelmuneim Dilami en el diario L'Opinion, por afirmar que a fin de cuentas "Egipto no está expulsado, sino temporalmente suspendido de la Liga Árabe", y que por haber sido suspendido sólo por los ministros de Economía árabes reunidos en Bagdad en marzo de 1979, "la cumbre de jefes de Estado, que es el órgano soberano, podría estimar ahora que aquellos ministros no estaban habilitados a suspender a un país miembro, y readmitir a Egipto".

Las medidas de seguridad en Casablanca son extremas, y los controles de vehículos numerosos.

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