El empresario jerezano descarta su regreso voluntario

José María Ruiz-Mateos, fundador de Rumasa, descartó ayer el entregarse por su iniciativa a la justicia española, posibilidad admitida por el juez Lerga. Pero consideró probable que las autoridades alemanas le extraditen hacia España este mismo mes o el próximo.Todo depende, según declaró Ruiz-Mateos ayer a este periódico, en conversación telefónica desde Francfort, de si el Tribunal Constitucional alemán admite el recurso interpuesto por su defensa. "Si lo admite, y la resolución quizá la conozcamos este mes, creo que podría estar aquí ocho meses más. Si no, tendrá que decídir sobre la extradición el Gobierno de Boon".

A este respecto, consideró probable que le envíen a España "en agosto o septiembre". Añadió que en ese caso sólo le deberían juzgar por los dos delitos objeto de la extradición (relativos a presuntas falsedades contables), no por los otros cinco citados por España (estafas, apropiaciones indebidas, etcétera). Pero expresó el temor de que la justicia española no se limitara a ello.

Sobre la alternativa de no esperar y entregarse, dijo: "Si se me asegura un juicio como Dios manda, iría en el acto". No obstante, luego se extendió en que, "sin demérito del juez Lerga, hay fuerzas muy poderosas que no están interesadas en que se haga justicia. Citó en concreto un presunto frente entre personalidades económicas (Luis Vals Taberner, Rafael Termes) y representantes gubernamentales. Precisó que para hacer justicia habría que juzgar también a los dos banqueros anteriores y a los abogados Matías Cortes y Crispín de Vicente, a quienes acusa ahora de haber participado en una trama dirigida por los anteriores para dejarle en la situación en que se encuentra.