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Crítica:El cine en la pequeña pantalla
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Una noche después de la odisea de '2001'

La amenaza de Andrómeda, la película de Robert Wise que veremos esta noche por la primera cadena, es una de las más distinguidas secuelas de 2001, el filme que marcó una frontera para el género y para el cine en general, pues no en vano se llegó a considerarlo como "la mayor película underground jamás rodada".La cinta de Robert Wise, director que ya había abordado la ciencia-ficción en Ultimatum a la tierra, corresponde, pues, a un período en el que el cine había vuelto a recuperar su avance respecto a la realidad.

Últimatum a la tierra era una película optimista, de un humanismo que hoy ya parece trasnochado por su simplicidad pero que en la época causó un gran impacto; contenía un mensaje pacifista y explícitamente en contra de la carrera de armamentos, que mostraba una gran confianza en las posibilidades de una civilización supertecnificada de la que eran portavoces unos marcianos ideales.

Sangre en Filipinas se emite hoy a las 16

05 por TVE-1 y La amenza de Andrómeda puede verse en la misma cadena a las 22.40.

Stanley Kubrick convirtió en chatarra todos los cohetes cinematográficos vistos hasta entonces y lo logró gracias a la colaboración de auténticos científicos, de diseñadores de aviones o naves espaciales que encontraron en el plató y en el cine los medios necesarios para materializar sus innumerables sueños.

Los diseños de La amenaza de Andrámeda son excelentes, creíbles, como excelente es también el guión surgido una novela de Michael Crichton cineasta de Westworld o de Runaway.

Peligro del mundo

Una vez más, el mundo corre peligro y sus contactos con otros planetas comportan riesgos imprevisibles. En este caso el reto es el de la micromateria, un universo vivo cuya gran fuerza descansa en su carácter de realidad oculta. Sólo el microscopio electrónico es capaz de descubrirlo y de ponerlo ante los ojos del espectador, fascinado tanto por el misterio de lo escondido como por la tecnología de punta.

Robert Wise es un director experimentado. Sus primeras armas las hizo como montador -dirigió el montaje nada más y nada menos que de Citizen Kane- y luego ha firmado cintas pertenecientes a todos los géneros..

Su carrera aunque esté salpicada de éxitos de taquilla y de prestigio, nunca le ha permitido ser considerado algo más qué un excelente artesano. Por ejemplo, los méritos de West side story nunca se le han atribuido a él, sino al codirector, Jerome Robbins.

La ya mencionada Ultimatum a la Tierra -célebre, entre otras cosas, por una proclama marciana: "Klatu barada nictu" West side story o Sonrisas y lágrimas figuran entre los títulos más taquilleros de su carrera, una carrera en la que tampoco faltan thrillers, comedias u otras incursiones en la cienciaficción.

Gran presupuesto

La amenaza de Andrómeda participa de muchos de los temas caros al género. Por ejemplo, el equilibrio entre el mundo que vemos en la pantalla y nuestro mundo. Aquí el juego no es el de un Meliés inventando geografías imposibles o insensatas leyes físicas; en el filme de Wise todo es distinto pero reconocible. Quizás sea él nuestro auténtico futuro, quizás los actores sean una premonición del destino que nos espera. Tal y como anota José Luis Garci, en uno de sus textos para enciclopedias, esta dimensión anticipativa tiene resonancias "a lo Bradbury" que son muy gratas a los amantes del género y que siempre logran cautivar al neófito.

Filmada con gran presupuesto pero con actores semidesconocidos -es una constante d e la ciencia-ficción, quien sabe si hija de exigencias de verosimilitud, quien sabe si fruto del miedo de los actores consagrados a ver oscurecido su trabajo por unos robots o por el destello de. los efectos espe / aciales, La amenaza de Andrómeda es un buen espectáculo en el que sólo desmerecen las secuencias finales, que se quisieron muy espectaculares pero no logran trascender su condición de "grand guignol".

Antes de la nocturna Amenaza de Andrómeda, Primera sesión nos habrá amenazado con la película Sangre en Filipinas, una muy moral historia sobre las virtudes que deben imperar en la retaguardia si se quieren cosechar victorias en el frente.

Las protagonistas de esta película son las actrices Paulette Goddard, Claudette Colbert y Veronica Lake, tres chicas frívolas que, cuando estalla la guerra mundial, esconden sus trapitos de reinas de la comedia o el thriller para convertirse en modosas y abnegadas enfermeras prestas a facilitar la recuperación de los héroes heridos en la contienda.*

El filme que hoy nos ofrece la primera cadena de Televisión Española en su primera sesión cinematográfica es previsible que sea, un mero vehiculo de la propaganda aliada. El año de producción de la película - 19437- de Mark S andrich así lo sugiere.

Además, la elección de Filipinas, archipiélafo cuyo control se perdió a principios de 1942, debe servir para reivindicar el heroísmo de una retirada, el talento militar del general McArthur y la valentía de un ejército y un país que se bate en momentánea inferioridad de condiciones.

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