23.700 hectáreas de bosque han ardido durante la última semana
Cerca de 24.000 hectáreas de terreno, 14.000 de las cuales pertenecían a superficies arboladas, han ardido desde el pasado 26 de julio en la provincia de Valencia, según indicaron ayer fuentes del Icona. Durante la última semana se han registrado en las comarcas valencianas, sin incluir las de Castellón y Alicante, 25 incendios forestales, dos de los cuales han sido calificados de "catastróficos" por la extensión, alcanzada.
En los incendios declarados el pasado domingo en los términos municipales de Jarafuel y Millares, que se unieron a últimas horas del martes en un único frente, ardieron un total de 18.000 hectáreas, en las que fueron arrasados, según los primeros cálculos un millón y medio de pinos y cinco millones y medio de pimpollos. Este incendio afectó a 13 términos municipales, y asoló aproximadamente una sexta parte de la reserva natural de Cortes de Pallás. Según las mismas fuentes, estos incendios se originaron por causas naturales, al quemarse algunos árboles por descargas eléctricas de una tormenta.En el incendio de Mogente y Enguera, segundo en importancia por los daños causados, ardieron 4.700 hectáreas, con 49.000 pinos y más de un millón y medio de pimpollos. Este siniestro afectó a los términos municipales de Mogente, Enguera, Vallada y Montesa, y su origen todavía no ha sido averiguado. Otros siniestros importantes fueron los de Carcagente, en el que se quemaron 500 hectáreas, y el de Picassent, en el que ardieron otras 480.
Desastre ecológico
En total, los daños han afectado a 8 millones de pimpollos y 2 millones de pinos, según estimaciones provisionales. También según datos de ICONA, el 46 % de los incendios se debieron a descargas eléctricas, el 4% a negligencias personales, y el resto a causas todavía desconocidas.Las pérdidas materiales ocasionadas por estos siniestros no han sido evaluadas, aunque fuentes de ICONA indicaron ayer a este periódico que en estos casos, "las pérdidas materiales son lo de menos". El desastre ecológico que supone la pérdida de áreas arboladas, con los peligros que comporta de desforestación, erosión, pérdida de oxígeno y de humedad del aire, así como la desaparición de buena parte del patrimonio forestal valenciano, diezmado ya por los abundantes incendios de años anteriores, suponen, según indicaron las mismas fuentes, "una pérdida inmensa, incalculable".
Ayer ya habían sido sofocados todos los incendios forestales en la provincia de Valencia, aunque, ante la noticia de que se estaban produciendo de nuevo abundantes tormentas por las comarcas del interior, fuentes de ICONA indicaron que todos los efectivos de extinción de incendios se hallaban dispuestos para actuar en el caso de que se reprodujeran los siniestros.
Por otra parte, el miércoles pasado se celebró en Paterna (Valencia) el entierro del cabo Julio Menéndez Serra, de 22 años, que falleció el martes al derrapar el camión militar que conducía cuando se dirigía a colaborar en la extinción del incendio de Cortes de Pallás.
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