Las minorías rechazan que se identifique a 'toda' la oposición con el Grupo Popular

Los grupos parlamentarios de la oposición, con la exclusión de AP, ante su experiencia de lo que ha sido este curso parlamentario, consideran muy perjudicial la decisión tomada tras la victoria electoral del PSOE -ya contestada entonces- de protocolizar a la oposición y erigir como jefe de la misma, con reconocimiento institucional, a Manuel Fraga, presidente de AP. Los portavoces nacionalistas catalán y vasco expresarán su disconformidad formal en septiembre.

"Hay un interés lógico electoral del PSOE y de AP en mantener esta bipolarización, cuando la realidad es que este país es mucho más plural", se quejaba el portavoz del PNV, Marcos Vizcaya, al tiempo que reclama una mayor "espontaneidad" en los debates parlamentarios.El ex portavoz de los diputados comunistas Santiago Carrillo ha utilizado esta asunción de Fraga como jefe de la oposición como motivo permanente de chanza en sus intervenciones, al referirse, casi siempre sin que viniera al caso, al "jefe de la oposición protocolizada", provocando invariablemente las risas de la Cámara.

El cargo de jefe de la oposición parlamentaria -nombre institucional- lleva consigo el derecho a un despacho en la Cámara baja, secretaria y una asignación mensual.

"El Grupo Parlamentario Vasco se ha esforzado por sobrevivir en un marco poco propicio, dado que el juego político que trasciende está sólo entre el Gobierno y el Grupo Popular, desde que éste último fue protocolizado", dijo Marcos Vizcaya a los informadores en lo que fue su análisis, los pasados días, del ya acabado período de sesiones parlamentario. El portavoz de la Minoría Catalana, Miquel Roca Junyent, se expresaba en los mismos términos en un acto con el mismo motivo.

En principio, la discrepancia parte del propio lenguaje, toda vez que dentro y fuera del Parlamento se utiliza el vocablo oposición para nombrar al Grupo Popular, cuando las minorías se consideran igualmente oposición frente al Gobierno.

Poco receptivos

En la Junta de Portavoces celebrada el día 9 de julio en la localidad vallisoletana de Tordedillas, los portavoces de la Minoría Catalana y del PNV mostraron esta preocupación sin que tuviera traducción concreta, ante la falta de "receptividad" a esta cuestión de los grupos Socialista y Popular.

Marcos Vizcaya insiste en la necesidad de que lleguen a la sociedad voces que sean diferentes a las de conservadores y socialistas. "Se quiere bipolarizar a una sociedad que no es bipolar", afirmó el portavoz peneuvista.

Como solución se apunta que el orden de intervención en los debates sea de menor a mayor, y no al contrario, ya que, como hasta ahora, una vez que se han dirigido a la Cámara los portavoces socialistas y populares, de hecho, la sesión se considera finalizada, y el interés por escuchar a las minorías decrece notablemente.

La perspectiva cercana de las próximas elecciones legislativas ha incrementado la inquietud en los grupos parlamentarios minoritarios, que albergan el deseo de que sus aportaciones en el Parlamento tengan un mayor eco en la sociedad.

En septiembre, estos grupos solicitarán pequeñas modificaciones en el Reglamento del Congreso para conseguir una mayor agilidad en las intervenciones, y que, en cualquier momento, los diputados puedan interpelar o preguntar al Gobierno.

"La vida parlamentaria languidece, y tratamos de que haya mayor espontaneidad, más debate político y que los aspectos técnicos se resuelvan en los trámites de ponencia y comisión", resumía así sus pretensiones Marcos Vizcaya.