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79 muertos al estrellarse un avión colombiano pilotado por militares

Los 79 pasajeros y tripulantes de un avión Douglas DC-6 de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC), dado por desaparecido el miércoles cuando realizaba un vuelo extraordinario entre Leticia, capital administrativa del Amazonas, y Bogotá, fallecieron al estrellarse el aparato, 15 minutos después de despegar del aeropuerto de Leticia, según informó ayer un portavoz del Ministerio de Defensa.

Por su parte, los pilotos de las líneas aéreas colombianas concluyeron la huelga iniciada el pasado lunes y que paralizaba un 90% del transporte aéreo del país.

El servicio especial del aparato siniestrado fue dispuesto por el Gobierno en el marco de un plan de emergencia ante la huelga de los pilotos civiles que protestaban por desacuerdos sobre su convenio colectivo. La mayoría de los pasajeros del avión eran estudiantes y comerciantes de Leticia, ciudad situada a 1.100 kilómetros al sur de Bogotá, cerca de Brasil.

El presidente colombiano, Belisario Betancur, lamentó el accidente en un comunicado y expresó su esperanza de que hubiera supervivientes, algunas horas antes de comprobarse que se hallaba destruido bajo una densa humareda y que todos los ocupantes habían fallecido.

Mientras tanto han continuado los disturbios en Colombia. Al menos dos personas resultaron muertas y varias heridas en la noche del miércoles al jueves, tras una serie de explosiones en diferentes ciudades del país, informó la Dirección General de la Policía colombiana.

Explosivos

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Los fallecidos eran dos supuestos guerrilleros que intentaban colocar un artefacto explosivo cerca de un cuartel policial en Calí, cuando les explotó en las manos.Simultáneamente, en Bogotá y en Medellín, 500 kilómetros al noreste de la capital colombiana, varias bombas hicieron explosión en diferentes edificios públicos.

El fiscal Hugo Navas fue amenazado de muerte horas después de asumir la investigación por el asesinato del juez primero de Bogotá, Tulio Manuel Castro, que a su vez investigaba el crimen del ex ministro de Justicia Rodrigo Lara, el 30 de abril de 1984.

El secretario de Gobierno de Bogotá, Carlos Ronderos Torres, atribuyó la ola terrorista al M-19 y a la Confederación Sindical de Trabajadores de Colombia.

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