La salud psíquica del capitán del 'lzarra' se está deteriorando tras un año de cautiverio en Nigeria

José Luis Peciña Martínez, de 56 años, capitán del petrolero Izarra, condenado a 25 años de cárcel por dos delitos de contrabando de gasóleo, sigue en la cárcel federal de Port-Harcourt tras más de 13 meses de cautiverio en Nigeria. Su salud psíquica se ve progresivamente deteriorada. María Teresa Ruiz, esposa del capitán, mantiene la ilusión de un indulto. En Asuntos Exteriores, pese a que oficialmente no se aporten fechas, se consideran los meses de octubre y diciembre como inicialmente favorables para que las autoridades nigerianas concedan la libertad a Peciña.

Peciña vive desde el pasado 11 de diciembre -un día después de finalizar el juicio- con otros dos presos en un barracón de la prisión de Port-Harcourt. Su salud física es en estos momentos aceptable, tras haberse recuperado de una úlcera con un tratamiento adecuado. Sin embargo psíquicamente su salud ha sufrido una merma.Teresa Ruiz, mujer del capitán, regresó a España procedente de Nigeria el pasado 11 de julio. Actualmente prepara su cuarto viaje al país africano para poder mantener cada martes y viernes -únicas fechas que la dirección de la prisión permite para las visitas- una entrevista con su marido. Teresa Ruiz mantiene su esperanza en el indulto, aunque ayer señaló "que ya ha pasado mucho tiempo". Sin embargo, se mostró convencida de que "las gestiones de Exteriores tendrán éxito".

En el Ministerio de Asuntos Exteriores no se aportan fechas concretas para el definitivo indulto y posterior expulsión del país africano del capitán del petrolero. Sin embargo, oficiosamente se habla de la fecha del 1 de octubre, fiesta nacional nigeriana, o del 31 de diciembre, aniversario de la revolución que llevó al poder al actual presidente nigeriano, Mohamed Buhari.

Por otra parte, Nazario Hernández, tripulante del petrolero, que regresó a España, junto a sus 26 compañeros, el pasado 14 de diciembre, ha solicitado la creación de una comisión investigadora del caso Izarra. Para Hernández, "el armador -José María López Tapia- nos utilizó y se lucró con nuestro trabajo". Hernández ha denunciado que López Tapia adeuda al conjunto de la tripulación más de 56 millones de pesetas.