El presunto asesino del matrimonio sindicalista dirigió un grupo de carácter fascista en Italia
Eugene Ortega, nacido en Argelia y presunto asesino del sindicalista José González y de su esposa, Manuela Orto, estuvo vinculado al movimiento nazi. Tras la II Guerra Mundial dirigió en una región de Italia a un grupo de carácter fascista que operaba en la clandestinidad, según han manifestado a este periódico fuentes de Comisiones Obreras. Esta información fue obtenida a través de las investigaciones que el sindicato está llevando a cabo en Madrid, "pero me ha sido corroborada por la policía de Murcia", ha dicho José Cánovas, secretario regional de la Federación de la Construcción. Al parecer, Eugene Ortega se alistó en la Legión francesa tras la desarticulación de los mencionados grupos fascistas.
José Cánovas ha afirmado también a EL PAIS que en la comisaría de Murcia no aparece una denuncia contra el presunto asesino por intento de violación y de agresión con arma blanca, que fue presentada por un vecino de las víctimas. Hace aproximadamente unos 12 meses, Eugene Ortega, intentó violar, según el denunciante, a la hija de éste, de 18 años. El padre, al enterarse de lo ocurrido, se dirigió a casa de Ortega, quien al ser acusado intentó agredirle con "un sable de unos 50 centímetros". Comisiones Obreras pondrá en manos de un juez la presunta desaparición de la denuncia y ejercitará la acusación particular en el caso del asesinato.Eugene Ortega nació en 1914 en Orange (Argelia) y fijó su residencia en España en 1977. A pesar de ello mantiene la nacionalidad gala y percibe una pensión de Francia, país en el que actualmente reside toda su familia. El presunto asesino vivía solo, ya que estaba separado de su mujer y peleado con sus hijos a excepción de uno que venía a visitarle a Murcia.
Las pruebas periciales han confirmado que el arma utilizada en el doble asesinato corresponde a la intervenida en la noche del crimen -una escopeta de postas- a Ortega. El presunto autor del asesinato bajó de su casa pocos minutos después de ocurrir los hechos preguntando qué había pasado y desapareció más tarde. Fuentes consultadas por este periódico afirman que debió de aprovechar los primeros momentos de confusión para esconder el cartucho disparado, que todavía no ha aparecido.
La policía no ha facilitado a la Prensa ningún dato más sobre el caso; sólo la comunicación oficial, a última hora de la noche del martes, de la detención. Una vez que Ortega pase a disposición judicial, hecho que ocurrirá hoy, según ha confirmado a este periódico la policía, la delegación del Gobierno emitirá una nota oficial sobre lo ocurrido.
En un primer momento, el juez que instruye el caso recomendó a la policía prudencia en el momento de proporcionar datos a los medios de comunicación sobre sus investigaciones. Esta actitud ha sido justificada por Comisiones Obreras por la presunción no descartada en un principio de que el móvil del asesinato pudiera estar relacionado con la actividad actualmente desempeñada por José González: la representación del sindicato en diferentes expedientes de crisis de empresas de la construcción "en los que se movían 800 millones de pesetas", según fuentes sindicales.
Entierro multitudinario
Cientos de personas, amigos y compañeros del sindicalista fallecido, asistieron ayer al entierro de las víctimas, en el que estuvo presente una delegación de la ejecutiva confederal de Comisiones Obreras, presidida por Víctor Santos, secretario general de la confederación estatal de la Construcción. Por deseo de la familia de la fallecida, Manuela Orto fue enterrada en el cementerio de Murcia, mientras que el cuerpo de José González fue llevado al de El Palmar. Una vez depositado en su tumba se cantó La Internacional.Un consejo de familia, nombrado por el juez, decidirá con quién vivirán a partir de ahora los dos hijos del matrimonio asesinado -Merche, de nueve años, diabética y testigo presencial del asesinato de sus padres, y Juan José, de 14-, que de momento permanecen en casa de un tío de José González. Comisiones Obreras ha abierto una cuenta bancaria, la 1666-4 de Caja de Murcia, para recaudar fondos para atender las necesidades de los dos niños. Se da la circunstancia de que la Federación de la Construcción de Murcia no ha podido ingresar todavía la cantidad que pretendía, ya que para sacar dinero de su cuenta corriente era necesaria la firma de José González.
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