Cuatro jóvenes, muertos por un desprendimiento de tierras sobre un 'chiringuito' en Cádiz

Cuatro jóvenes de edades comprendidas entre los 19 y 24 años fallecieron a primera hora de la mañana de ayer en la playa de Santa María del Mar, en Cádiz, a consecuencia de un desprendimiento de tierras sobre un chiringuito de construcción ilegal en el que habían pernoctado. El único superviviente es un niño de tres años hijo de dos de los fallecidos.

El alcalde de Cádiz, Carlos Díaz, rechazó toda responsabilidad sobre el suceso, habida cuenta de que el Ayuntamiento "no se ha hecho cargo de esta playa hasta que finalicen las obras de regeneración que lleva a cabo en ella el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU)".El chiringuito sobre el que se produjo el derrumbamiento no es más que un chamizo con unos bidones, en los que conservar botellas entre hielo; ayer aún no había seguridad sobre quién lo regentaba y se especulaba con que posiblemente los propietarios fueran el mismo grupo de jóvenes que falle ció en el suceso. Era una precaria construcción adosada al muro de tierra que señala el límite de la playa, muro, por otra parte, en el que suceden con frecuencia desprendimientos.

En esta pequeña instalación pernoctó un grupo de jóvenes, tres de los cuales se levantaron temprano, con las primeras luces, y subieron al paseo marítimo para tomar un café. Eso les libró de la catástrofe.

A las 7.15 horas se produjo el desprendimiento de tierra, -unos 500 metros cúbicos, según estimaciones hechas por los bomberos-, que sepultaron a Francisco Javier Díaz, de 24 años; Gregorio Aragón Castro, de 19; Eusebio Pérez Longobardo, de 24; María del Carmen Tomás Pérez, de 21, y el niño Eusebio Pérez Tomás, de tres años, hijo de los dos últimos.

Salvaron a un niño

Los propios compañeros de acampada que se habían levantado antes fueron quienes advirtieron la tragedia y avisaron a la Policía Municipal, que dio la alerta y comenzó las tareas de rescate. Cuando pudieron ser rescatados los cuerpos, sólo se mantenía con vida el niño Eusebio Pérez Tomás, trasladado, como los fallecidos, al hospital provincial de la Seguridad Social. Su estado es "bueno, salvo complicaciones". Los otros cuatro ingresaron cadáveres.

La playa de Santa María del Mar es desaconsejada por su peligrosidad, derivada de este tipo de derrumbamientos. En sus proximidades está realizando el MOPU unas obras de regeneración. Pese a ello es muy concurrida, y se especula con las consecuencias que hubiera tenido la catástrofe caso de producirse horas más tarde.

El alcalde, Carlos Díaz, declaró que "hay que delimitar las responsabilidades, que no competen al Ayuntamiento, que no se ha hecho cargo de esta playa hasta que no terminen las obras que está efectuando en ella la jefatura de costas del MOPU".

Tanto el alcalde como responsables de la policía municipal declararon que se ignoraba en el Ayuntamiento la existencia de este chiringuito, que por su situación, adosado a la pared de tierra, no era visible desde el paseo marítimo, sino sólo desde la misma playa de Santa María del Mar. Ningún responsable de la jefatura de costas del Ministerio de Obras Públicas pudo ser localizado ayer por este periódico.

Bomberos y Ayuntamiento trataron durante toda la mañana de localizar a algún responsable de este organismo o al director provincial del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, a fin de poder utilizar la maquinaria de este organismo para desplazar la tierra caída, una vez que habían sido recuperados los cuerpos de las cuatro víctimas, pero no pudieron conseguirlo.

Finalmente se optó por utilizar una pala mecánica, propiedad del Ayuntamiento, que por no poder acceder por sí sola a la playa tuvo que ser descendida hasta el lugar de la catástrofe por una grúa gigante.