El proyecto de cambio socialista, perjudicado

Manuel Chaves opina que si no se estabilizaran las relaciones institucionales entre la Unión General de Trabajadores y el Partido Socialista Obrero Español, se degradaría el proyecto del cambio socialista. El diputado socialista entiende asimismo que ha faltado comprensión ante los temas sindicales y que nadie puede negar, también, que ha fallado la sensibilidad de algunos ministros ante el hecho sindical. Después de que se produjese esta entrevista, el ministro de Trabajo, Joaquín Almunia, dirigió unos escritos a Nicolás Redondo en los que aseguraba que el Gobierno aprobará en el próximo Consejo de ministros la devolución del patrimonio sindical (acumulado e histórico), que no habrá cambios en la legislación laboral que faciliten el despido colectivo y que está dispuesto a negociar de forma inmediata la participación sindical en la empresa pública.

Pregunta. La reforma de las pensiones ya está hecha. ¿Qué pasará a partir de ahora?

Respuesta. Indudablemente, el proyecto de cambio socialista puede verse perjudicado si no conseguimos solucionar satisfactoriamente las relaciones con UGT. A mí me preocupa menos la oposición de la derecha o el PCE que no poder arreglar los problemas con el sindicato, porque produce desconciertos en la opinión pública y plantea dudas sobre la coherencia del proyecto socialista. Aunque no ha habido un acuerdo total con UGT en la reforma de las pensiones, sí se ha dado un acercamiento. Y esto puede ser bueno para el futuro. Al menos en la teoría, nadie pone en duda la necesidad de continuar la política de concertación. Es el eje estratégico fundamental de UGT, y el PSOE la considera en su programa electoral como instrumento clave de su política económica. En la práctica, sin concertación, el Gobierno tendría dificultades para aplicar su política económica y la Unión General de Trabajadores sufriría un vacío estratégico de graves consecuencias. Es 'necesario agudizar más la sensibilidad personal hacia el sindicato para facilitar la concertación y desbloquer los temas pendientes.

P. Cuando habla de esa necesidad de agudizar la sensibilidad personal, ¿quiere decir que miembros del Gobierno no la han tenido?

R. Yo creo que no puede negarse que se ha dado una falta de sensibilidad. No sé si lo creo porque al estar más vinculado al sindicalismo desearía que otras personas de la Administración la demostraran también.

Pero es cierto que ha habido momentos en los que ha faltado comprensión hacia los problemas sindicales. Aunque haya que reconocer que desde el lado sindical ha faltado en ocasiones una cierta comprensión hacia la lógica de la actuación gubernamental.