El marqués de Griñón asegura que hoy devolverá 80 millones del crédito que adeuda al Hispano Americano
Carlos Falcó y Férnandez de Córdova, marqués de Griñón y esposo de Isabel Preysler (la pareja acaba de anunciar la presentación de una demanda de divorcio), afirma que hoy cerrará la operación que normaliza un antiguo crédito del Banco Hispano Americano, por un montante de 120 millones de pesetas, cuyo impago había dado origen a los trámites correspondientes en un juzgado de Madrid. La ampliación de capital en la sociedad Safari Park, del marqués de Griñón, con la entrada de dos nuevos socios permite a Falcó cancelar 80 millones de la citada deuda y renegociar, con la hipoteca de una finca, el resto.
De forma paralela, el marqués negocia estos días con un grupo japonés la creación de un campo de gol fjunto al safari, la participación con otros empresarios en el posible negocio de la Walt Disney europea si se instala en Alicante. Falcó es consejero en una fábrica de conservas murciana de capital suizo y elabora vinos de calidad.Las dificultades financieras del marqués de Griñón con el Banco Hispano Americano fueron desveladas ayer por la revista Tiempo que, junto con la información relativa al anuncio de divorcio de Carlos Falcó e Isabel Preysler (anteriormente casada con el cantante Julio Iglesias y relacionada últimamente con el ex ministro de Economía y Hacienda Miguel Boyer). Esta publicación anunciaba el inminente embargo de sus fincas por impago del citado crédito.
Según la citada revista, el juzgado de instrucción número 7 de Madrid iba a autorizar el anuncio de subasta pública de las fincas del marqués antes de concluir el presente mes, si éste no hacía frente a sus deudas con el Hispano Americano. Fuentes de esta entidad, sin embargo, matizaron a este periódico que el banco no había solicitado al juzgado el anuncio de subasta de las fincas del marqués y que probablemente no se llegara a presentar nunca, dado que las negociaciones para resolver este conflicto estaban muy avanzadas.
Carlos Falcó, que permanecía ayer voluntariamente ilocalizable para evitar el asedio de las revistas del corazón, indicó a este diario que el crédito en conflicto se remontaba a 1973, fecha de la constitución de la sociedad arrendataria del Safari Park, en su finca El Rincón, en el término madrileño de Aldea del Fresno. La sociedad arrendataria, constituida por un 80% de capital angloamericano y por un 20% de los hermanos Falcó (Carlos, marqués de Griñón; y Fernando, marqués de Cubas), tenía la concesión por 21 años de estas instalaciones. Se realizaron entonces unas inversiones de 160 millones de pesetas de acuerdo con unos estudios de mercado que cifraban en 200.000 vehículos anuales la asistencia a las instalaciones del Safari Park. La realidad fue muy otra, y únicamente asistieron en el primer año 67.000 vehículos. La sociedad hizo crisis y el grupo angloamericano se retiró.
Carlos Falcó tuvo que hacer frente a un crédito en francos suizos por importe de 92 millones de pesetas, contraído a cinco años con el Banco Mercantil e Industrial (que posteriormente ha sido absorbido por el Hispano Ame L cano), con un interés del 3% al 4% y devolución al final del período La fuerte revalorización del franco suizo, que pasó en esos cinco años de 20 a 70 pesetas, disparó el importe del crédito a devolver, al que debían hacer frente los hermanos Falcó. El 6 de julio de 1979, según fuentes financieras, se renegocia el crédito con el Hispano Americano y se trasforma a pesetas, por acuerdo con el Banco Hispano, mediante garantía hipotecaria basada en las fincas del marqués de Griñón denominadas Cantoblanco y Peña Halcón. El nuevo crédito es a tres años, con vencimientos semestrales. Según fuentes financieras no se satisfacen estos pagos semestrales.
El marqués de Griñón asegura que los intereses se disparan al 18%, que el plan de reactivación del Safari Park con el fichaje de Félix Rodríguez de la Fuente fracasa, al morir éste en un accidente al poco tiempo de inciarse la operación; pero que el capital cubre 5 a 1 el riesgo contraído. Se negocia entonces, ya en 1982, la venta de algunos activos del marqués y se produce una opción de compra a cinco años de un grupo extranjero sobre la finca El Rincón (sin afectar al Safari Park) que de momento tranquiliza al Hispano Americano. El grupo extranjero, siempre según Falcó, empieza a demorar la ejecución de su opción de compra, e incluso rechaza la oferta de una rebaja en el precio con tal de que adelanten la formalización de la compra. El Banco Hispano, que ve que la deuda llega ya a los 120 millones y no acaba de resolverse, envía el 28 de diciembre un requerimiento al marqués, previo al inicio de los trámites previstos por impago en la ley hipotecaria, donde se le otorga un plazo de 10 días, que transcurre sin respuesta alguna, para que liquiden su deuda.
Iniciados los trámites de ejecución se entablan nuevas negociaciones y el banco, según el marqués, acepta esperar a la creación de una nueva sociedad del Safari Park, a la que se incorporan dos socios (uno de ellos, José Luis Aguirre de Retes, presidente de la Compañía de Seguridad y Servicios Bancarios Esabe Express) con cuyos desembolsos Carlos Falcó va a hacer frente a 80 millones de los 120 que debe a la entidad, al tiempo que renueva la hipoteca de una de las fincas para garantizar el pago del resto de la deuda.
Vino y ocio
Carlos Falcó asegura que ha reactivado el Safari Park con nuevas instalaciones, que está volviendo a contratar personal y que empieza a ganar algo de dinero. Proyecta construir con un grupo japonés ("que pone dos millones de dólares") un gran campo de golf, junto al Safari, que estará abierto al público y será el más grande de España. También participa en un grupo privado que está promoviendo la instalación en Alicante del anunciado centro europeo de la multinacional Walt Disney.
Junto a estos negocios, el marqués de Griñón tiene también actividades agrícolas. Comercializa vinos blancos de Rueda (bajo los nombres Marqués de Griñón, Castilla la Vieja y Viña Colagón), mediante concierto con los agricultores de la zona y con la empresa Bodegas de Crianza Castilla la Vieja SA. El pasado año, según afirma, vendió 100.000 botellas, exportando buena parte de ellas a Estados Unidos. "Es un negocio pequeño, aunque algo mayor que el de Malpica". En esta población de Toledo ha sembrado 12 hectáreas (en una finca de 1.400), con cepas de uva para producir vino tinto de alta calidad, para lo que ha instalado un avanzado sistema de riego gota a gota con el asesoramiento de un importante experto francés, que le ha deparado una sanción del Ministerio de Agricultura. "Vamos a producir 60.000 botellas, las primeras saldrán en enero de 1986, lo que da idea de que es un negocio pequeño. Cada botella se vende a 500 pesetas".
Griñón protagonizó, hace cinco años, un pequeño escándalo, todavía irresuelto, al parcelar terreno rústico en la finca El Rincón. Los compradores, a los que lógicamente no se concedió licencia municipal para construir, levantaron ilegalmente sus casas en aquellas parcelas a las orillas del Alberche. Carlos Falcó dice que no recibe ningún requerimiento por este asunto desde hace años y que los responsables de las construcciones son los compradores de las parcelas y no él. El secretario municipal de Aldea del Fresno, consultado por este periódico, afirma sin embargo que el tenía está pendiente de resolución por parte del Gobierno autónomo, por lo que todavía no se sabe si se obligará a que sean demolidas esas construcciones o si se legaaarán.
El marqués de Cubas, consultado sobre el crédito del Hispano, aseguró que sólo figura en él como avalista, en calidad de hermano del marqués de Griñón, pero que sus actividades y negocios son independientes.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.