Bomberos de 13 provincias se manifiestan en apoyo de sus compañeros de Fuenlabrada

Representantes de una treintena de parques de bomberos de 13 provincias realizaron a mediodía de ayer una manifestación frente al Ayuntamiento de Fuenlabrada (Madrid) para expresar su apoyo a las reivindicaciones de sus compañeros de la localidad, ocho de los cuales mantienen una huelga de hambre hace 10 días. Los bomberos de Fuenlabrada se oponen al nombramiento de un cabo de la Policía Municipal para dirigir el cuerpo. Los manifestantes corearon insistentemente la frase "Bomberos, sí; maderos, no".

Al término de la marcha, los bomberos celebraron una asamblea en un local municipal y difundieron un comunicado en el que reclaman mayor profesionalización de su trabajo. El acto había sido convocado por el comité de empresa del Ayuntamiento, en solidaridad con la actitud de los huelguistas de hambre, que permanecen en tiendas de campaña en la plaza de España, frente al Ayuntamiento, en protesta por la imposición de ocho sanciones que oscilan entre tres días y un año de suspensión de empleo y sueldo.Los manifestantes aprobaron en la asamblea un comunicado en el que critican la actitud del Ayuntamiento, que califican de intransigente por negarse a abordar el nombramiento del nuevo jefe, origen del conflicto. El comunicado pide mayor profesionalización de la plantilla, el sobreseimiento de las sanciones y la dimisión del jefe del parque, por no considerarle cualificado para el cargo. Además de delegaciones de la casi totalidad de parques de Madrid, participaron en la manifestación representantes del personal de los servicios de extinción de incendios de Barcelona, Bilbao, Zaragoza y Valencia.

Seis cabos de policía

El Ayuntamiento de Fuenlabrada, de mayoría socialista, justificó en su día el nombramiento del cabo Romualdo González como jefe del parque de bomberos por la falta de profesionales cualificados para cubrir el puesto y por su naturaleza de "cargo de confianza política". Posteriormente, la plantilla del parque, integrada por 36 personas, boicoteó las pruebas de acceso para ocupar las plazas de mandos intermedios, pactadas entre el. Ayuntamiento y el anterior comité de empresa, por lo que éstas fueron ocupadas por seis cabos de la Policía Municipal.

El conflicto originó enfrentamientos que "perjudicaron el normal funcionamiento del servicio", según el Ayuntamiento, por lo que se impusieron las medidas disciplinarías. El Ayuntamiento ha propuesto la reducción a la mitad de las sanciones pero el comité de los trabajadores (compuesto por cinco miembros de UGT, cuatro independientes, tres de CC OO y uno de la Unión Sindical de la Policía Municipal) no acepta sanción alguna porque considera que se deben a enfrentamientos personales y que durante la instrucción sólo se escuchó a una de las partes.