El Congreso Mundial sobre la Juventud hace un llamamiento en favor del desarme
El Congreso Mundial sobre la Juventud, que se clausurá ayer en Barcelona, destacó en sus conclusiones finales, aprobadas por aclamación, que son los jóvenes "las principales víctimas de los conflictos armados, de la degradación de la situación económica y de la producción y tráfico de drogas".
En el documentos final, denominado Declaración de Barcelona los 600 jóvenes, expertos, animadores juveniles y altos responsables de la juventud hicieron un llamamiento en favor de "la paz, el desarme, la eliminación de todas las formas de discriminación, racismo y apartheid, y el respeto efectivo de los derechos humanos".
La unanimidad de la declaración final fue explicada por el presidente del Congreso, el español Luis Ramallo, como resultado del método de consenso que se ha llevado en las comisiones: "Ha habido armonía, pero no siempre se ha estado de acuerdo; ha sido más fácil ponerse de acuerdo porque nadie representaba a sus países", explicó. Lamentó la ausencia de Estados Unidos: "El único problema es que hay que hacer todos los esfuerzos posibles para que vuelva a la UNESCO".
La Declaración de Barcelona, en la que han participado representantes de 118 países y 96 asociaciones gubernamentales y no gubernamentales de todo el mundo, subraya que "incumbe a la UNESCO continuar sirviendo de ejemplo en este ámbito y proseguir reforzando la cooperación con las organizaciones juveniles no gubernamentales".
En 1984 los jóvenes entre 15 y 24 años eran 921 millones; 187 millones vivían en las zonas más desarrolladas, y 734 millones en los países en desarrollo.
El Congreso señaló la importancia de las cooperativas y la participación de los jóvenes en "la utilización de la tecnología apropiada para sus identidades culturales".
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