Ministros de 17 países europeos discuten mañana en París la puesta en marcha del plan Eureka
Los ministros de Asuntos Exteriores y de Tecnología de 17 países de Europa occidental se reunirán mañana, miércoles, en París para discutir por primera vez la puesta en marcha del proyecto Eureka, destinado a impulsar la creación de una comunidad tecnológica europea y a reactivar la investigación en, los sectores de punta. El Eureka ha sido considerado como una posible alternativa a la participación en el proyecto norteamericano Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI) o guerra de las galaxias.
Han confirmado ya su presencia en París delegaciones de los 12 países comunitarios (España y Portugal incluidas), Austria, Finlandia, Noruega, Suecia y Suiza. También asistirá el presidente de la Comisión Europea, órgano ejecutivo y burocrático de la CEE. España estará representada por el nuevo ministro de Industria, Joan Majó, y por el de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez.El proyecto Eureka nació hace dos meses como una propuesta del presidente François Mitterrand. Francia rechazó la oferta norteamericana para colaborar en la SDI por considerar que las empresas europeas estarían limitadas a un papel de subcontratistas y que se trataba de un proyecto militar poco definido. Sin embargo, las autoridades de París consideraron que la SDI (que cuenta con un presupuesto de 26.000 millones de dólares, más de cuatro billones de pesetas, para los próximos cinco años) podría profundizar aún más el retraso de la industria europea respecto a la japonesa o norteamericana, porque actuaría como un formidable motor de investigación. Para evitar que
Europa quede fuera de la carrera industrial, Francia lanzó la idea de una comunidad de alta tecnología abierta a todos los países democráticos de Europa, miembros de la CEE o no.
Eureka despertó inicialmente fuertes recelos, sobre todo en la República Federal de Alemania (RFA) y en el Reino Unido, partidarios de la oferta norteamericana. Francia1tivo que desplegar una intensa actividad diplomática para convencer a sus colegas comunitarios de que su proyecto no era una anti SDI. Tras un primer tropiezo en la cumbre de países industrializados, en la que Helmut Kohl echó un jarro de agua fría sobre las aspiraciones fiancesas, Mitterrand logró despertar el interés de los diez y de varias empresas europeas que se declararon en seguida dispuestas a trabajar conjuntamente.
El respaldo de la CEE
El respaldo oficial de la CEE llegó en la cumbre de Milán, celebrada a primeros de este mes de julio. Los jefes de Gobierno de los países comunitarios encargaron a Francia que desarrollara el proyecto y que lo sometiera a una reunión especial de ministros de Asuntos Exteriores y de Tecnología. Todos los países participantes en la cumbre de París han recibido ya un Libro Blanco en el que se enumeran cinco programas de acción (informática, robótica, comunicaciones, biología y nuevos materiales), divididos a su vez en un total de 25 progrjamas concretos.
Según fuentes próximas al Qua¡ d'Orsay, la reunión tendrá tres objetivos fundamentales: fijar los criterios por los que se eligirán los programas que formarán parte de Eureka, establecer los medios económicos y financieros que cada Estado puede poner a disposición del programa y discutir la infraestructura general del plan. Algunos países quieren que se cree un secretariado permanente, otros prefieren comités de seguimiento de cada programa concreto y otros, aún, votan por reuniones ministeriales periódicas.
Los países participantes están ya de acuerdo en las líneas generales. Una vez fijadas las áreas de interés, serán las empresas las que propongan programas concretos. Según los criterios fijados en París se seleccionarán los que se ajusten más a los intereses generales y se estudiarán los sistemas de financiación. Se pretende que las empresas participen en la búsqueda de recursos económicos.
Por el momento ya hay cuatro candidatos a formar parte de Eureka: las empresas Matra (francesa) y Norsk Data (noruega) proponen una investigación sobre ordenadores vectoriales compactos; Bull (británica) y Siemens (RFA), otro sobre grandes calculadores numéricos; los cuatro grandes europeos de la informática, General Electric (Reino Unido), Philips (Holanda), Siemens (RFA) y Thonison (Francia), están dispuestos a trabajar conjuntamente en el campo de los microproce s adores avanzados, memorias de alta densidad, sensores y circuitos integrados, y Aerospatiales (francesa) y MBB (RDA), sobre tecnología aerodinámica.
Además de los objetivos mencionados, los ministros de Exteriores y Tecnología tendrán que discutir sobre la creación de un auténtico mercado europeo que permita que los productos nacidos gracias a Eureka circulen por toda Europa occidental.
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