Shiíes, drusos y suníes libaneses se reúnen en Damasco para limar sus fricciones

Damasco, capital de Siria, fue ayer escenario de una reunión entre los principales grupos musulmanes libaneses, a la que asisten delegaciones de los shiíes, suníes y drusos encabezadas por sus principales dirigentes. Estas comunidades mantienen conflictos en Líbano, fundamentalmente en Beirut oeste, que la reunión intenta zanjar.A la cumbre de organizaciones musulmanas libanesas asisten, entre otros, el dirigente shií Nabih Berri, portavoz de la organización político-militar Amal, nutrida fundamentalmente por shiíes, así como el presidente del Parlamento, Hussein el Huseini, y el jeque Chamsedin.

Por los suníes libaneses acudió a Damasco el primer ministro, Rachid Karame; el ministro de Educación del Gabinete libanés, Salim el Hoss; el dignatario musulmán suní Mufti Hasan Jaled y el diputado por la ciudad de Sidón, Nasim Bisri.

Por parte de los drusos asiste su líder, Walid Jumblat, y el sheik druso Mohamed Abu Shakra.

Tanto Nabih Berri como el líder druso, Walid Jumblat, dirigente del Partido Socialista Progresista, se entrevistaron ayer con el vicepresidente sirio, Abdel Halim Jadam, quien instó a sus huéspedes a retirar sus milicias de las calles y barrios de la zona occidental de Beirut, para pasar bajo el control del Ejército libanés.

De acuerdo con la agencia oficial siria Sana, la reunión tiene por objeto el examen minucioso de la seguridad de la capital libanesa, Beirut, orientado al "establecimiento en la capital beirutí del proceso de acuerdo nacional iniciado por el Gobierno de reconciliación de Rachid Karame".

De la reunión de Damasco se espera que salga el nombramiento de un jefe militar encargado de centralizar las decisiones relativas a la seguridad de Beirut y sus arrabales, así como el anuncio del envío a Líbano de 40 observadores militares sirios que supervisarán el alto el fuego entre las partes tradicionalmente enfrentadas en conflictos y escaramuzas armadas.

Combates en Trípoli

En la madrugada de ayer, efectivos de las milicias islámicas suníes y prosirias protagonizaban encuentros armados en la ciudad costera de Trípoli, que quedó semiparalizada a consecuencia de tales enfrentamientos.

Según fuentes oficiales libanesas, dos combatientes resultaron muertos, y seis personas más quedaron heridas tras los combates, que se realizaron con armas automáticas y lanzacohetes.

Se desconocen las causas concretas de este nuevo enfrentamiento, si bien se cree que obedece a la rivalidad entre los suníes del movimiento Tawhid y al Partido Árabe Socialista, prosirio.