Las negociaciones en Coalición Popular para las elecciones gallegas concluirán esta semana

Las negociaciones en el seno de la Coalición Popular para concurrir juntos a las elecciones gallegas -que se celebrarán a finales de otoño concluirán probablemente este fin de semana, dado que el viernes se reunirán Manuel Fraga y Óscar Alzaga en un intento de ultimar detalles en esta negociación, que ha pasado por momentos de especial tensión. La comisión de pactos creada por el comité de coordinación de la Coalición Popular, que ayer volvió a reunirse, redactó un documento interno en el que se prevé no sólo la negociación con vistas a las elecciones gallegas, sino también la renovación de los pactos para las elecciones Generales.

Pero el documento apenas aborda las cuestiones de fondo, símbolo de la dificultad que entraña la negociación, en la que, además de las tradicionales divergencias entre AP y el democristiano Partido Demócrata Popular (PDP), hay que añadir las fricciones del PDP con el tercer socio estatal de la coalición, el Partido Liberal (PL), de José Antonio Segurado, quien exige para su partido el mismo tratamiento en Galicia que el PDP a la hora de hacer el reparto en las listas electorales.Además, mientras los democristianos insisten en que las elecciones gallegas y el pacto estatal se negocien conjuntamente, el PL pretende una negociación separada de ambos temas, dejando la renovación de los pactos generales para después del verano y cerrando en este mes la cuestión gallega. Estas divergencias básicas se han traducido en una guerra de declaraciones entre el PL y el PDP.

Estas reticencias hacen que ambas partes contemplen con cierta aprensión la perspectiva del encuentro que esta noche mantendrán los tres máximos líderes de la Coalición Popular (Fraga, Alzaga y Segurado), en una de las ya tradicionales cenas informales que les reúnen periódicamente.

Fuentes de los tres partidos admiten que en la cena de esta noche -a la que miembros del consejo de dirección del PDP llegaron a aconsejar hace dos días a Alzaga que no acudiera- se tratará fundamentalmente de la marcha de la negociación sobre los pactos en general y sobre Galicia en particular.

Coruña y Pontevedra

La controversia fundamental entre AP y PDP reside en la pretensión de los democristianos de obtener todos los puestos pares en la lista electoral de La Coruña más dos escaños en Pontevedra y uno en las dos restantes provincias gallegas. Alianza Popular ofrece cuatro puestos en La Coruña y uno en las tres restantes provincias, tratando de que el resto sea ocupado por candidatos del PL, algo que los hombres del PDP gallego, comandado por Enrique Marfany, presidente de la Diputación de La Coruña, rechazan. "Ya que el PL es prácticamente un apéndice de AP, que AP les ceda los puestos que quiera en las listas y respete nuestra cuota", comentó ayer a EL PAÍS un dirigente democristiano.Pero, pese a estas diferencias de fondo y forma, se considera probable que el pacto gallego quede cerrado cuando el viernes vuelvan a reunirse Alzaga y Fraga (ayer ya mantuvieron ambos un encuentro bilateral). Las fundadas esperanzas que sustenta la Coalición Popular de obtener una mayoría absoluta en las elecciones autonómicas gallegas del próximo mes de noviembre debe servir, confían en AP, para allanar el camino del acuerdo.