Los dos atentados los ejecutó el mismo comando, formado por dos hombres de aspecto árabe, según la policía

La investigación policial de los dos atentados terroristas de ayer se centra en considerarlos como producto de un mismo comando, formado por dos hombres de aspecto árabe, único dato que la policía tenía ayer sobre los autores de los mismos. Uno de los presuntos terroristas fue visto herido hacia las 12.30 en la calle del Pez. La línea de investigación policial se dirigía ayer a la localización de este hombre, que fue trasladado en un taxi de color negro a un punto desconocido. Respecto a la reivindicación efectuada por un grupo autodenominado Organización de los Oprimidos, la policía ha expresado su escepticismo.

La policía trabaja sobre la hipótesis de que fueran dos personas de aspecto árabe las autoras de ambos atentados, según indicaron fuentes policiales que dirigen directamente las labores de investigación.Tales fuentes indicaron que la existencia de un tercer sospechoso -una mujer que fue vista por el aparcamiento de la plaza de España media hora después del atentado a la oficina de las líneas aéreas jordanas- carecía de todo sentido.

Sin embargo, dichas fuentes se mostraron reservadas, "ya que hay que efectuar los interrogatorios a los heridos y testigos presenciales, por lo que es difícil aventurar hipótesis". A su vez, señalaron su escepticismo respecto a la reivindicación efectuada en la tarde de ayer en Beírut (Líbano) de un grupo autodenominado Organización de los Oprimidos.

Reconstrucción de los hechos

La reconstrucción de los hechos efectuada por la policía indica que dos jóvenes atentaron con un explosivo contra las oficinas de British Airways. Fuentes de la Delegación del Gobierno en la Comunidad Autónoma de Madrid indicaron que uno de los terroristas pudo quedar herido por la onda expansiva que se produjo en las oficinas.A los pocos minutos, un policía nacional vio a dos sospechosos en las proximidades de la plaza de España. Según fuentes policiales, uno de los dos individuos escondía su cabello con una peluca rubia.

Tras el ametrallamiento de las oficinas de las líneas aéreas jordanas, uno de los sospechosos huyó por la calle de Emilio Giménez Villas, perpendicular a la plaza de España. Pese a que fue perseguido por una dotación policial, logró huir por los bajos de la calle de la Princesa, número 5.

El sujeto, que portaba una metralleta, iba ataviado con pantalones vaqueros y camisa blanca. La dotación policial ha descrito al fugado corno "moreno, de complexión delgada y de estatura menor a 1,70 metros".

Testigos presenciales matizaron esta descripción señalando que iba vestido con una camisa de color azul y que, aproximadamente, tendría una edad de 20 años. Según éstos, el sospechoso se paró durante unos minutos, con apariencia de encontrarse aturdido, en el bar Arlequín, situado en dicha calle, hasta que reparó en la existencia de los bajos de la calle de la Princesa, por donde huyó.

El otro sospechoso pudo haber huido en un taxi. En este sentido, la línea de investigación que la policía desarrollaba ayer parte del intento de localización de este hombre de rasgos árabes que fue visto por una mujer de edad avanzada en la calle del Pez, próxima al lugar de los dos atentados.

Según la Delegación del Gobierno en la Comunidad Autónoma de Madrid, esta persona presentaba heridas profundas en el brazo izquierdo y leves en la oreja del mismo lado. Este hombre fue recogido sobre las 12.30 por un taxi de color negro, según informaron fuentes policiales. La policía trataba de averiguar si el sospechoso había ingresado en algún centro hospitalario o si había sido escondido en algún punto de Madrid. Ayer se investigó en varias pensiones madrileñas en busca de este individuo.

Los primeros efectivos policiales que acudieron al lugar del atentado contra la British Airways se encuentran adscritos a la comisaría de Centro de Madrid, situada en la calle de la Luna. Los mismos tuvieron que trasladarse a los pocos minutos a la plaza de España. Allí se efectuaron diversas detenciones, además de producirse un tiroteo.

La policía practicó la detención de tres trileros (jugadores ilegales de dados en la vía pública), que fueron inmediatamente trasladados a la comisaría de Centro, donde permanecían ayer por la tarde recluidos a la espera de ser interrogados.

Fuentes policiales negaron cualquier relación de estas personas con los atentados, pero también indicaron que los tres trileros habían sido testigos presenciales del ametrallamiento de la oficina de las líneas aéreas jordanas. La detención se efectuó amparándola en la actividad ilegal de juego.

Por otra parte, Osvaldo García, de 14 años y vecino de la calle de Martín de los Heros, aseguró haber visto a un hombre de raza negra herido en el cuello. Tres miembros del Cuerpo Superior de Policía le dieron el alto en la esquina de esta calle con la de Ventura Rodríguez.

Los efectivos policiales realizaron infructuosamente varias llamadas al 091 en las que solicitaban el traslado del detenido. Sin embargo, éste tuvo que realizarse casualmente al pasar un furgón policial por la calle de Martín de los Heros.

El chófer del embajador

En el desconcierto reinante, miembros de la policía detuvieron a su vez al chófer del embajador jordano, Mohamed Al-Adwan, que-desenfundó una pistola. Tras ser reducido y esposado, el embajador Al-Adwan tuvo que aclarar que el chófer pertenece al personal diplomático de la embajada. La policía le puso en libertad posteriormente.En este sentido, la Delegación del Gobierno hizo pública a última hora de ayer una nota en la que se señalaba que "las detenciones efectuadas instantes después no han dado ningún resultado, ni tienen conexión con los hechos terroristas".