La invitación de Ángeles Caso
Me muero de envidia, y como yo imagino se estarán muriendo unos cuantos anónimos espectadores de Telediario 2, al contemplar en letra impresa la invitación que mi paisana Angeles Caso le hace en EL PAIS del día 26 de junio. Y esa envidia adquiere caracteres insufribles cuando leo: "O si lo prefieres, nos encontramos en alguna de esas acogedoras terrazas de verano, tomamos una copa y charlamos de lo divino y de lo humano".Ser director de periódico tiene, indudablemente, muchas ventajas, y hasta hoy, para mí, la mayor de ellas era el poder escribir cobrando y sin tener que rogar que te lo publiquen encima de hacerlo gratis. A partir de ahora tendré que añadir el que una chica tan hermosa como es Ángeles Caso le haga una invitación que imagino no hará a cualquiera, y mucho menos a mí, que ni soy periodista ni tengo máquina de escribir, y el bigote que tengo no es tan hermoso como el que ella tanto admira de Manuel Campo.
No me cabe la menor duda de que usted preferirá la opción de la terraza a la de la Redacción, y mis únicas dudas se centran en si las copas serán de coñá o de anís dulce. En cuanto a la charla sobre lo divino y lo humano, si admite mi consejo, para el cual no es necesarío ni saber escribir sin faltas de ortograria, yo no dudaría ni un momento en inclinarme por lo humano.
Es una pena que Concha García Campoy se haya limitado a protestar el, para ella, no para mí, injusto editorial y no le cursara otra invitación como la anterior. Pero es posible que Concha prefiera dedicar el poco tiempo libre que le queda después de ese tremendo trabajo de redacción a intentar aprender a vocalizar como es debido y equivocarse un poquito menos en cada Telediario. Por tanto, debe usted disculparla y consolarse pensando que su sacrificio redunda en beneficio de todos aquellos que tenemos la dicha de oírla hablar.-
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