Un dictamen revela el lamentable estado del edificio hundido en Alcorcón

El estado de la nave industrial de Alcorcán (Madrid) cuyo hundimiento provocó el miércoles la muerte de tres jóvenes era lamentable, según los arquitectos encargados por el Colegio Oficial de Madrid de preparar un dictamen. El informe sobre las causas del derrumbamiento de la antigua fábrica de tejas y cerámica San Francisco ha sido preparado a petición del juez Alberto Jorge Barreiro, titular del Juzgado de Instrucción número 28 de Madrid, que instruye las diligencias, y concluye que: la causa inmediata del accidente fue que los tres jóvenes cortaron unos tirantes metálicos que soportaban una bóveda.El dictamen técnico ha sido redactado por los arquitectos Pedro Galligo, Luis del Rey y José Ignacio Cortés. Uno de estos arquitectos ha declarado que el estado del edificio donde ocurrió era "lamentable". En la misma bóveda que el miércoles se vino abajo y mató a tres jóvenes se había producido ya otro derrumbamiento semejante hace unos cinco o seis meses. Los arquitectos han eludido pronunciarse acerca de responsabilidades del propietario o las autoridades municipales, pero han señalado que el edificio estaba en una situación peligrosa, y más aún si se tiene en cuenta su proximidad a varios centros escolares cuyos alumnos podían introducirse en él.

Francisco Cobo Valero, secretario de la Asociación Española de Empresarios de Demolición, ha lamentado "la desidia de las autoridades municipales, que permiten que edificios abandonados y que carecen de valor histórico o artístico se vayan deteriorando merced al paso del tiempo y de la actividad de los ladrones de materiales". El hecho de que estos lugares sirvan de albergue a gentes sin domicilio, en opinión de Cobo, añade más peligrosidad a su permanencia durante meses y años. "Lo raro", ha dicho el representante de las empresas, "es que estas tragedias no ocurran más a menudo. Este tipo de inmuebles abandonados debían ser demolidas de oficio".

La antigua fábrica San Francisco tiene unos 80 metros de largo por 10 de ancho. El Ayuntamiento de Alcorcón afirma que no estaba en ruina, aunque sí abandonada desde hacía un año. Su propietario mantuvo un guarda hasta que se retiraron los materiales de valor.