Las prostitutas también 'limpian' la Ballesta

Cuatro ciudadanos portugueses han sido detenidos en los últimos días en la zona de la Ballesta a causa de dos denuncias formuladas por prostitutas de la misma nacionalidad. A comienzos de junio, una mujer que ejercía la prostitución en la zona de Orense también denunció a su supuesto protector. En este caso, los protagonistas eran españoles. La Jefatura Superior de Policía de Madrid ha confirmado que es un fenómeno insólito el que en un plazo de 15 días tres mujeres hayan dado un paso semejante. La limpieza de la calle de la Ballesta emprendida a primeros de año ha proseguido en los últimos meses.

La última de estas denuncias se presentó el pasado lunes. Una mujer portuguesa de 20 años se dirigió a unos policías nacionales que patrullaban por la calle de la Ballesta y les dijo que acababa de ser golpeada por un compatriota suyo porque no había conseguido aún el dinero, 10.000 pesetas, que tenía que entregarle a diario.Los agentes localizaron y detuvieron al denunciado, de 21 años, en la calle de Valverde. La mujer fue acompañada a la casa de socorro del distrito Centro, donde recibió asistencia de contusiones en distintas partes del cuerpo. Más tarde, declaró en la comisaría de policía que convivía con el detenido desde hacía algunos años y que había trabajado como asistenta en una casa madrileña hasta que aquel le habló de "una colocación en mejores condiciones económicas".

Esa supuesta colocación no era otra que el ejercicio de la prostitución en la zona de la Ballesta. El presunto proxeneta obligaba a la mujer a entregarle 10.000 pesetas diarias, y los intentos de ella por dejar la prostitución y volver a su antiguo trabajo de asistenta eran atajados con amenazas y palizas. El denunciado está conceptuado como delincuente habitual por la policía española, que le ha detenido en 11 ocasiones anteriores, la mayoría como presunto autor de robos.

El otro caso reciente de supuestos proxenetas portugueses denunciados por una prostituta de esa misma nacionalidad ocurrió el viernes de la pasada sernana (ver EL PAIS del 18 de junio). Tres hombres fueron acusados por una mujer de 25 años de haberla raptado en plena calle de Valverde, donde buscaba clientes.

La denunciante afirmó que había sido trasladada a un apartamento cercano, donde permaneció retenida 48 horas. Los tres individuos le exigieron que a partir de su liberación, les entregara todos sus ingresos, que ellos administrarían. Durante dos días consecutivos la mujer les obedeció y les entregó un total de 40.000 pesetas, pero al tercer día decidió acabar con esa situación y denunció el caso en la comisaría de Centro, en la calle de la Luna.

La zona de la Ballesta es el ámbito tradicional de la prostitución callejera más barata de Madrid, 2.000 pesetas y el precio del alquiler de la cama por servicio, de unos 15 minutos de duración. En los últimos años, ese pequeño barrio chino de Madrid ha visto incrementarse su conflictividad por la creciente presencia de prostitutas y proxenetas heroinómanos. Otro factor de inestabilidad ha sido el aluvión de extranjeros, mujeres y hombres africanos y portugueses, sobre todo. De hecho, la mitad de los detenidos en la comisaría de Centro son en la actualidad extranjeros, según ha manifestado su responsable, Jaime Centeno.

Establecimientos cerrados

Sin embargo, la misma fuente policial señaló que los portugueses no están organizados en grupos, lo que sí puede decirse de los chilenos y peruanos que practican el carterismo en el distrito Centro. Asimismo el comisario ha informado que ha proseguido la campaña de limpieza que comenzara a comienzos de este año con el cierre del bar Los Pinchitos, de la calle del Desengaño. Otros seis establecimientos del barrio han sido clausurados indefinidamente por decisión gubernativa, y ahora mismo se tramitan los expedientes de cierre de otros dos. Los motivos aducidos para cerrar estos locales son que allí se reúnen con frecuencia delincuentes habituales y se trafica con todo tipo de drogas.

Una decisión 'rara'

Por otra parte, un portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid ha confirmado que "es raro" que las prostitutas denuncien a sus protectores, tal corno han hecho dos portuguesas en los últimos días. El mencionado portavoz policial ha recordado que a principios de este mes también fue detenido y puesto a disposición judicial un hombre de 26 años, que fue acusado de proxenetismo por una heroinómana de 23 años que ejercía la prostitución callejera en la zona de Orense. Los protagonistas en este caso eran de nacionalidad española.La denunciante, de nombre Mercedes, afirmó que el detenido, Pedro Gago Maciá, la explotaba desde hacía poco más de un año y que en una ocasión tuvo que ser internada en un centro de la Cruz Roja a causa de vanas puñaladas que le infirió cuando ella intentó dejarle. La pareja había tenido un hijo, que entregaron, un mes más tarde, para adopción a cambio de 200.000 pesetas, dinero del que se apropió el denunciado (ver EL PAÍS del pasado 5 de junio).

El portavoz de la Jefatura Superior de Policía recordó que ejercer la prostitución no es delito, pero sí inducirla o explotarla. Señaló que, en su opinión, si tres mujeres se han atrevido a denunciar a sus protectores en el plazo de apenas 15 días, es porque éstos "se estaban pasando, estaban explotando demasiado la gallina de los huevos de oro".