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Reportaje:

Agca culpa a la logia P-2 del secuestro de Emanuela Orlandi

Juan Arias

Alí Agca, el terrorista turco que atentó contra el papa Juan Pablo II, aseguró ayer que la joven Emanuela Orlandi, hija de un empleado del Vaticano desaparecida en junio de 1983, fue secuestrada por la logia masónica P-2, y añadió que la joven sigue con vida. El turco volvió a incurrir en explicaciones paranormales y místicas para sostener su afirmación, que ya expresó a principios de este año ante la televisión italiana. En la mañana de ayer, por tercera vez, Alí Agca hizo profesión de su divinidad ante el tribunal del Foro Itálico, en la 13ª audiencia del denominado proceso del siglo sobre la presunta pista búlgara.

"Estoy seguro", dijo Alí Agca ante el tribunal que juzga a otros siete presuntos implicados en la conjura para asesinar al pontífice, "que Emanuela Orlandi está viva, ciertamente viva. Con sinceridad puedo decir que fue secuestrada por la potente organización masónica P-2, de Licio Geli, porque sabía con certeza que yo soy Jesucristo. Querían canjearme con ella, usarme como un instrumento, entrometerme en el Vaticano; pero yo soy para toda la humanidad y no seré el instrumento de nadie". El terrorista turco volvió a adoptar una postura inmutable, con su eterno vestido celeste y sin corbata, mientras lanzaba otra de sus acostumbradas y sonadas revelaciones llamadas a dar la vuelta al mundo.El presidente Santiapichi le interrumpió: "Dejemos de lado sus poderes divinos y díganos por qué está tan seguro de que el secuestro de la joven ciudadana vaticana está en conexión con su caso".

Alí Agca se limitó a responder: "Alguien, pero no puedo hablar de nadie en concreto, ha chantajeado al Vaticano y al Gobierno italiano para conseguir un canje conmigo, como he podido adivinar a través de los periódicos y de las cartas llegadas hasta la redacción de los diarios. Estoy convencido de que Licio Gelli quería instrumentalizarme para sus objetivos ocultos en campo internacional".

En realidad, la revelación de ayer del divino Alí no ha cogido esta vez demasiado por sorpresa, ni parece completamente descabellada a los observadores, ya que la hipótesis de una intromisión, por lo menos en un segundo momento del secuestro, de ciertos servicios secretos corrompidos en contacto con la logia se creta de Lício Gelli se había ba rajado ya varias veces.

Lo que sí confesó ayer cándidamente Agca es que no había querido presentar recurso tras la condena a cadena perpetua que le fue impuesta por el atentado al Papa porque estaba seguro de que lo iban a liberar de la cárcel "¿Quién?", le preguntó el tribunal: "Mis amigos, los Lobos Grises, y los búlgaros", respondió.

Añadió que está convencido de que a su amigo Oral Celik, el turco que, al parecer, disparó con él en la plaza de San Pedro, se lo llevaron los búlgaros de Roma a Sofia en el transporte internacional por carretera (TIR), que tenía que haberle salvado también a él, si la monja de la plaza de San Pedro no lo hubiese sujetado por la camisa.

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La película del atentado

Para el lunes próximo, el tribunal ha pedido que se lleven al Foro Itálico dos grandes pantallas para proyectar la película que sobre el atentado hizo un turista que estaba en la plaza de San Pedro y que fue entregada a la policía.El mismo tribunal ha presentado a través del Ministerio de Asuntos Exteriores italiano una solicitud a la autoridad judicial holandesa para que le envíe a Roma copia de todos los actos procesales contra Aslam Samet, el turco condenado en La Haya a tres meses de cárcel por la íncautación de una pistola Browning idéntica a la usada por Agca para atentar contra el Papa, y que pertenece a la misma serie de armas comprada por el agresor de Juan Pablo II a un traficante en Viena.

Ahora el proceso parece adquirir cierta vivacidad tras los elementos de espectacularidad logrados en exclusiva por las rnanifestaciones del terrorista turco. El presidente del tribunal quiere que Alí Agea reconozca en fotografias y películas del atentado a sus cómplices entre la multitud que se encontraba en la plaza de San Pedro, cuando el atentado.

Ayer, el tribunal le presentó, durante el proceso, 12 fotografías a color. En un primer momento Alí Agca dijo reconocer entre la gente a Oral Celik y al búlgaro Antonov. El presidente le pidió que los identificara en las fotografias con un circulo dibujado en rojo.

Después le fueron entregadas a Agca otras fotograrias de mayor tamaño. Agca comenzó entonces a dudar sobre la identificación que había hecho momentos antes, y señaló que sólo podía asegurarlo con un 90% de seguridad. La frase no se había oído muy bien y el abogado de Antonov pidió a la corte que hiciera escuchar otra vez la grabación. Fue una operación complicada que ocupó media hora del proceso.

Derecho al error

Acosado por el presidente, Alí Agea, que había empezado la audiencia haciendo una vez más profesión de divinidad y aludiendo a sus poderes como un objetivo perseguible para la poderosa logia masónica de Gellí, perdió por instantes su entereza y respondió: "Yo también tengo el derecho de hacer algún error, de equivocarme otra vez".Los rumores contradictorios sobre la suerte de Emanuela Orlandi, ciudadana de la Santa Sede, se han sucedido desde que desapareció el 22 de junio de 1983, asegurando algunos que la joven habia sido ejecutada mientras otros afirmaron que seguía viva y sólo sería liberada a cambio del terrorista turco.

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