Centroamérica, en segundo plano

El interés mostrado por los Gobiernos de México y España en mejorar sus relaciones económicas bilaterales ha dejado en un segundo plano la cuestión de Centroamérica en las conversaciones mantenidas en España por el presidente Miguel de la Madrid.El hecho de que España aproveche cualquier oportunidad para apoyar las gestiones del grupo de Contadora -en el que tiene un papel protagonista México- y la reanudación de las interrumpidas conversaciones que mantuvieron las diplomacias de Washington y Managua en Manzanillo, bajo el auspicio de los mexicanos, no han pesado gran cosa a la hora de convertir en estrictamente bilateral el viaje de De la Madrid a España.

Si han sido frecuentes las alusiones a la situación en Centroamérica en los discursos pronunciados en España por Miguel de la Madrid, sólo en una ocasión este problema tomó rango de protagonista durante esta visita de Estado: fue ayer tarde, durante la conferencia de prensa que ofrecieron conjuntamente los ministros de Asuntos Exteriores de México -y España, Bernardo Sepúlveda y Fernando Morán.

El canciller mexicano no se mostró excesivamente optimista sobre la evolución en esa región americana -en lo que coincide, también, con la diplomacia española- y sólo afirmó tener "la obligación de ser optimista con las dosis de realismo necesario" sobre las posibilidades de encontrar una salida negociada y pacífica a los problemas centroamericanos.

Sepúlveda calificó de "extraordinariamente peligrosa" la posibilidad de que Centroamérica se lance a la carrera armamentista. Al igual que sus colegas diplomáticos españoles, el jefe de la diplomacia mexicana insistió en la necesidad de que estadounidenses y mexicanos vuelvan a sentarse en la mesa de negociaciones de Manzanillo.

"La negociación", dijo, "es la única vía útil". "Las nueve reuniones de Manzanillo", agregó, "produjeron resultados útiles".

Morán reiteró la posición expresada el domingo por el presidente. del Gobierno español, Felipe González, que consideró "un error" la posición de Estados Unidos de financiar grupos para tratar de desestabilizar Nicaragua. Morán coincidió también con González en la necesidad de que Nicaragua facilite la labor de Contadora.