El PIB crecerá el 2,5% y la inversion sera positiva en cuatro puntos, según las nuevas estimaciones
A principios de abril pasado el Gobierno modificó el cuadro macroeconómico de objetivos para 1985, a la luz de la evolución de los principales indicadores durante los primeros meses del año. Estas modificaciones todavía no sé han hecho públicas. El crecimiento económico, por ejemplo, estimado en un 3% para este ejercicio, se redujo a una banda comprendida entre el 2,1% y el 2,6% como consecuencia del menor crecimiento experimentado por la economía internacional y a la depresión del mercado interno y de las exportaciones españolas.Desde finales de marzo expertos del Ministerio de Economía, junto a personas de otros organismos del Estado -principalmente el Banco de España-, revisaron todas las previsiones oficiales. El descenso en la tasa de crecimiento de la economía de Estados Unidos y las tendencias de los principales países de Europa occidental obligaban a replantearse el papel del sector exterior. Las tensiones inflacionistas reflejadas en los primeros meses de este año ponían muy difícil alcanzar una tasa de inflación en diciembre de este año del 7%. La caída de la demanda interna, consecuencia de la fuerte depresión de la economía española, imposibilitaba también alcanzar estos objetivos.
Las previsiones iniciales del Gobierno fijaban un crecimiento del 2,3% de la demanda interna, por un aumento del 1,3% del consumo privado y del 2,5% del consumo público. La formación bruta de capital crecería el 5,5% y las exportaciones tendrían que aumentar un 7,6%, frente a un incremento del 4,5% de las importaciones. Ello daría un crecimiento del producto interior bruto (PIB) del 3%.
Pero los indicadores de crecimiento económico de Estados Unidos, reflejando tasas de incremento del 0,7% en el primer trimestre del año, acompañadas de un crecimiento nulo en la República Federal de Alemania y de tasas negativas en Francia, exigía una corrección de las previsiones.
Mantener tasas de crecimiento del PIB en España, superiores a las alcanzadas por los países europeos, sigue siendo un objetivo para la Administración, que entiende que la capacidad de crecimiento de nuestro país es superior a la de los del entorno occidental; la única forma de conseguirlo era forzar la máquina de la demanda interna. Las reuniones de primeros de abril persiguieron introducir los mecanismos necesarios para mantener este objetivo, adaptándolo a la baja.
El escaso crecimiento de la demanda interna experimentado sólo podía corregirse con incrementos de la renta familiar disponible y de ahí surgió la rebaja de las retenciones a cuenta del impuesto sobre la renta. A esta reducción de retenciones, que tiende a elevar el poder adquisitivo de las familias, le seguiría una modificación en la tarifa de dicho impuesto, que el Ministerio de Economía y Hacienda prepara en la actualidad y que se presentará ante el Congreso de los Diputados para que puede entrar en vigor antes de final de año.
El consumo privado, según las estimaciones hechas publicas por el ministro de Economía estaba creciendo al 0,7%, medio punto menos de los previsto. La reducción de retenciones permitirá elevar la demanda interna hasta alcanzar un crecimiento cercano al 1%, algo inferior a las previsiones iniciales. Los últimos datos de los indicadores de consumo presentan perfiles positivos pero no definitivos. La matriculación de automóviles de los últimos meses crece al 10%, pero esta cifra no puede considerarse como representativa del año porque implicaría crecimientos de la demanda interna muy fliertes. Las importaciones de bienes de consumo aumentan a un ritmo del 8% y las ventas en grandes almacenes por encima del 11 % en términos reales.
Inversión positiva
El ajuste exterior de la economia española, que presentará saldos favorables en la balanza por cuenta corriente, es uno de los factores positivos de la actual situación. El otro, sobre el que se asienta el crecimiento de este año, es la recuperación de la inversión, que presenta ya ritmos positivos. Los indicadores que miden la actividad en el sector de bienes de equipo muestran tasas positivas desde finales del pasado año. El índice de producción de bienes de equipo marca un incremento del 12% y las importaciones del 15%.
Los precios y el empleo son los problemas pendientes que permanecen sin que se les vea una salida clara a corto plazo. Los datos de paro, que alcanzarán la cifra de tres millones en los próximos meses, reflejados en la encuesta de población activa o en la evolución del paro registrado, muestran un empeoramiento continuo, aunque, según fuentes oficiales, las tasas son las menos malas" de las alcanzadas en los seis últimos años. Ello unido a los resultados sobre colocaciones temporales y a tiempo parcial que han experimentado fuertes crecimientos, aunque insuficientes.
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