Policías contusionados en el desalojo de Cantábrico y Riera
Un centenar de trabajadores del astillero privado gijonés Cantábrico y Riera, cuyo cierre definitivo se producirá en los próximos días, protagonizó ayer duros enfrentamientos con la policía, entre las 9.00 y las 12.00 horas.Las fuerzas de orden público lanzaron numerosas pelotas de goma, botes de humo y gases lacrimógenos contra los obreros, que se habían resguardado en el interior del astillero después de haber prendido fuego a una barricada que colocaron en la calle Eduardo Castro, situada enfrente de las instalaciones de la empresa. Los trabajadores respondieron arrojando piedras y otros objetos contundentes contra los miembros de la fuerza pública. A causa de estas acciones ocho policías resultaron contusionados, informaron fuentes de la delegación del Gobierno en Asturias.
El astillero Cantábrico y Riera, con una plantilla aproximada de 500 empleados, desaparecerá próximamente como tal empresa. Sus trabajadores tienen la opción inicial de acogerse a los fondos de promoción de empleo previstos en la reconversión naval, y la promesa futura de formar parte de Naval Gijón, la empresa resultante de la fusión de los otros dos astilleros privados existentes en la bahía de Gijón: Dique Duro Felguera y Marítima del Musel.
Medios sindicales no descartan que en los próximos días puedan continuar las acciones de protesta de los trabajadores del astillero, que han decidido convocar para el lunes una nueva asamblea. Los productores consideran, según afirmaron en la asamblea de ayer, que Gijón es "tierra quemada" y ante la inminencia de la rescisión de contratos continuarán las acciones en la calle.
La comarca de Gijón registra desde hace tiempo un clima de gran tensión provocado por la reconversión naval, y los enfrentamientos de ayer han vuelto a intensificar la violencia.
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