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En la muerte de Vladimir Jankélévitch

Música, filosofía y moral centran la obra del pensador desaparecido

El filósofo VIadimir Jankélévitch falleció el pasado jueves, a los 83 años, y será enterrado el lunes en un cementerio de las afueras de París. Era uno de los máximos exponentes de la filosofía francesa con temporánea. En su obra destacan tres temas preferenciales: la música, a la que dedicó un buen número de textos, la fundamentación filosófica y la moral. De su abundante obra, únicamente dos títulos han sido traducidos al castellano, La ironía y La paradoja de la moral, su última obra de reflexión estrictamente filosófica. Posteriormente publicó dos nuevas obras dedicadas al mundo de la música, la segunda de las pasiones de Jankélévitch.

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VIadimir Jankélévitch nació en Bourges (Francia), hace 83 años, hijo de Simon Jankélévitch, que había traducido al francés diversas obras de Sigmund Freud y G. W. F. Hegel, así como de diversos autores rusos. En 1926, VIadimir Jankélévitch se desplazó a Praga, donde permaneció hasta 1932 como profesor del Instituto Francés. En 1933 se doctoró en Filosofía.Jankélévitch militó en la resistencia durante la segunda guerra mundial. Él mismo explicaba cómo vivió la liberación en 1944: "Bajé de cuatro en cuatro las escaleras de la casa de mí hija, corrí hacia la Bastilla ( ... ) Estaba muy bien, nos acordaremos toda la vida. No era una fiesta miserable como la fiesta de la Victoria de 1945: habíamos sufrido tanto, habíamos temido tanto lo peor... que no nos sentíamos siquiera felices. Agitábamos banderas, pero el corazón no estaba allí, sentíamos vergüenza. No habíamos ganado, no había nada puro. En la Bastilla, eso sí que fue realmente puro".

Muchos años más tarde, en 1981, cuando publicó su libro La paradoja de la moral (Tusquets Editores, 1983), Jankélévitch volvió a experimentar algo parecido a esa pureza de la multitud. Su ciudad natal le rindió un homenaje Uno de los actos era un encuentro con los estudiantes del liceo de Bourges, al que asistieron más de 1.000 jóvenes. El diario francés Libération explicaba así el estado de ánimo de los asistentes al terminar la charla: "A la salida, los alumnos estaban aún atónitos. 'Parecía un artista'. 'Si la filo es esto, entonces ¡viva la filo!-

Al terminar la guerra, Jankélévitch pasé a ocuparse de emisiones musicales en la región de Toulouse-Pyrénées hasta que, en 1947, volvió a su puesto en la universidad de Lille. A partir de 1951 ejerció como profesor en la Sorbona. Su primera obra publicada estuvo dedicada al compositor Debussy y dedicó estudios a Ravel, Albéniz y Mompou. Paralelamente, Jankélévitch escribió una abundante cantidad de obras estrictamente filosóficas, como Philosophy première (1954); Henry Bergson (1959); Le Pur et l'impur (1960); L'ironie (1964) -traducida al castellano (Taurus, 1982)-; La mort (1977) y Le je ne sais quoi ou presque rien (1980).

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