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Reportaje:

Agca afirma que la Unión Soviética está detrás del terrorismo internacional

Juan Arias

Nuevo golpe de escena ayer en el proceso sobre la presunta conspiración internacional en el atentado contra Juan Pablo II perpetrado por el terrorista turco Alí Agca, de 27 años. En el momento en que iba tomando consistencia una pista turca del atentado, Agca volvió a poner sobre el tapete la bulgarian connection (conexión búlgara), y agregó que el centro rinanciero y político que está, detrás del terrorismo internacional es la URSS.

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Lo hizo a media mañana, cuando la sala del juicio del Foro Itálico estaba ya abarrotada de periodistas y público, y lo hizo cambiando de tono y alzando la voz, con la misma cadencia de los discursos del papa Wojtyla, que Agca ya había empleado el primer día para anunciar su "reencarnación religiosa" y el fin del mundo. Lo hizo en italiano, en una mañana en la cual, con otra sorpresa de las suyas, había exigido un intérprete turco, lengua en la que de repente empezó a responder a algunas preguntas de la corte. Según algunos observadores, lo hizo sólo para perder tiempo y dar ocalión a que llegasen los periodistas retrasados.Su provocación de ayer, su nuevo dogma de fe, esta vez no religioso, sino político, fue el siguiente: "Yo afirmo aquí con certeza que el centro político-financiero del terrorismo internacional es la Unión Soviética". Y dio las mismas razones que para probar que el mundo está a punto de acabar, es decir, ninguna.

Lo único que había dicho como preámbulo a su aventurada afirmación, que retumbó a través de los altavoces de la sala, fue lo siguiente: "En 1977, yo estuve en Siria, en Latakia. Allí, con un grupo de amigos, fui adiestrado por expertos búlgaros y checos. Era un campo de adiestramiento terrorista internacional. Había también terroristas occidentales: franceses, italia nos, españoles y alemanes. Yo no conocía las lenguas extranjeras y no pude hablar con ellos, pero los pude ver. El campo estaba controlado por los servicios secretos lirios". Cuando acabó de lanzar su mensaje hizo una paus como para subrayar la importan cia que daba a su afirmación.

En aquel momento, los enviados de las principales agencias de Prensa abandonaron la sala y corrieron a telefonear la noticia al primer piso del edificio donde se desarrolla el juicio.

Responder a los hechos

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Quiso también Alí Agca hacer ayer una confesión de antiterrorismo, que el presidente del tri bunal, Severino Santiapichi, cortó por lo sano: "No nos interesan sus teorías. Responda sólo a lo hechos". Solamente durante su declamación apareció ayer Alí Agca vivo, orgulloso de porte y arrogante. Por lo demás, estaba como cansado y aburrido.Continuó luego trazando su trayectoria terrorista antes del atentado de la plaza de San Pedro, en mayo de 1981. Dijo que había engañado a los Lobos Gri ses, organización terrorista turca de extrema derecha, haciéndose pasar por uno de ellos, pero precisó que en realidad no compartía su ideología. Que había estudiado gracias a una bolsa de estudios del Gobierno turco. Que el único atentado en el que había participado fue en Ankara contra la Corte Constitucional, pero sin causar víctimas; y que el Gobierno turco hoy intenta desacreditarle porque con el atentado "Turquía quedó desprestigiada".

Declaró su orgullo por haberse formado intelectualmente como un autodidacto. A los 18 años se apuntó a la facultad de Lenguas, Historia y Geografila de Ankara. Pero enseguida se trasladó al campo de entrenamiento terrorista de Siria. Cuando volvió quiso ampliar sus horizontes intelectuales. Pero tuvo poco tiempo, porque mientras tanto había empezado ya su actividad terrorista con los Lobos Grises y ulterior experiencia carcelaria.

Reconoció que cuando salió de la cárcel de Estambul quiso matar al papa Wojtyla durante su estancia en Turquía, pero que le fue imposible porque las ciudades que visitó Juan Pablo Il se encontraban en estado de sitio. Y explicó que le quería matar porque le consideraba entonces como "un cómplice del imperialismo". Por lo que se refiere a su amigo Abdulah Catli, recientemente detenido en Francia, acusado de tráfico de drogas, Alí Agca dijo que se trata "del jefe político más importante de la organízación de los Lobos.Grises". Y en cuanto al dinero con el que contaba siempre, afirmó que se lo daba la organización, la cual lo obtenía "con el tráfico ilegal de relojes y con atracos a los bancos". Pero no quiso dar nombres de sus cómplices.

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