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ANDALUCÍA

Suspendidos de empleo más de la mitad de los policías municipales de Aguilar por incumplir órdenes

El alcalde de la localidad cordobesa de Aguilar de la Frontera, Manuel Espinosa, del Partido Comunista de Andalucía, ha suspendido de empleo durante seis meses e iniciado expediente disciplinario a 13 policías municipales de los 21 que componen la plantilIa del Ayuntamiento aguilarense como consecuencia del "reiterado incumplimiento" de sus órdenes, según sus palabras, respecto del largo conflicto mantenido con la fábrica de turrones Tuyma.Manuel Espinosa ha visto hasta ahora incumplidas sus órdenes de ejecutar la demolición de las obras iniciadas por esta empresa después de haber dictado cuatro decretos de aplicación del acuerdo del pleno municipal de 25 de abril pasado. Con este acuerdo de los ocho concejales comunistas -al que se opusieron los tres únicos concejales asistentes de la oposición: del, PSOE, Partido Andalucista y AP- se concluía el proceso formal abierto contra la empresa por la realización en su sede social de unas obras que, según el alcalde, incumplen la licencia municipal concedida y las propias normas subsidiarias de planeamiento local, aprobadas en julio de 1983.

Por su parte, la empresa esgrime su discrepancia sobre la titularidad del expediente municipal y pretende que se inicie otro a nombre del mayor accionista de Tuyma, como titular del inmueble. Entre tanto, se niega en rotundo a permitir que se destruya lo construido. No obstante, el alcalde mantiene su empeño en demoler las obras y para ello ha solicitado, una vez diezmado el cuerpo de la Policía Municipal, del gobernador civil el auxilio de la Guardia Civil.

El conflicto ha capitalizado en los dos últimos meses la actualidad de este pueblo cordobés de 14.000 habitantes. Cada vez que se intentó ejecutar uno de los decretos de demolición, "aquello era una feria de expectación", comentan fuentes municipales. A la oposición de la empresa se sumaba la numerosa afluencia de personas, razones que han influido en la pasividad de los policías municipales. Ellos aseguran que no se niegan a cumplir las órdenes; "a lo que nos negamos es a entrar por la fuerza en la fábrica, por carecer de medios humanos y materiales y ante la posibilidad de que haya derramamiento de sangre".

El alcalde insiste en que ni siquiera intentaron entrar el pasado sábado, cuando la puerta de la empresa estaba abierta y no había nadie dentro. "No sé si es miedo, irresponsabilidad o desconocimiento de sus funciones. En todo caso, éste es un hecho insólito y la falta más grave que puede cometer un policía municipal".

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